El regreso del hijo pródigo al PRD
El gobernador de Michoacán volvió a sacar del clóset la corbata amarilla. Ayer Silvano Aureoles posó sonriente junto al presidente del PRD, Manuel Granados, y varios de sus más distinguidos compañeros de partido. Atrás quedaron, nos dicen, las voces que pedían que don Silvano fuera echado del partido por haber cometido el pecado de no apoyar al entonces candidato del PAN, Ricardo Anaya, quien fue el abanderado del perredismo a la Presidencia de la República. Pero como todo pasa y las aguas siempre toman su cauce, Anaya perdió, el PRD requiere hoy de unidad y por lo tanto el hijo pródigo regresó a casa.