Policías municipales, ausentes o insuficientes: Álvarez Heredia
• Ante falta de control, el vocero propone crear un mando único que responda a la Estatal
Chilpancingo.— Los nuevos alcaldes de Guerrero no sólo deberán enfrentar los problemas de inseguridad y violencia que se viven en la entidad, antes, tendrán que solucionar uno interno: el de sus policías.
El 30 de septiembre pasado, en los 81 municipios de la entidad hubo cambio de gobierno; el inicio estuvo marcado por la violencia. El alcalde electo de Cochoapa el Grande, Daniel Esteban González (PRD), no tomó protesta porque está desaparecido desde hace un mes. Y en la víspera, hombres armados atacaron el ayuntamiento de Atenango del Río, donde murieron dos personas que serían funcionarios.
Pero la marca de la violencia en los ayuntamientos está en su interior. Muchas de las policías están infiltradas, sin certificar y son omisas.
A decir del vocero del Grupo Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, en la estrategia de seguridad del estado una de las fallas está en las policías municipales, que son ausentes o insuficientes.
Álvarez Heredia indicó que una de las soluciones es que las policías municipales estén en un mando único que responda a la Policía Estatal.
Violencia más violencia. En Acapulco, el municipio más poblado y más violento del estado, la nueva alcaldesa, la morenista Adela Román
Ocampo, no ha podido tomar el control de la Secretaría de Seguridad Pública porque está siendo investigada por la Marina y la Fiscalía General de Estado (FGE), por estar presuntamente infiltrada por el Cártel Independiente de Acapulco (Cida).
En la revisión que se realiza, la FGE ha detectado la ausencia de 342 armas y detuvieron a dos mandos acusados de homicidio.
En tanto, en Chilpancingo, el alcalde perredista, Antonio Gaspar Beltrán, ha preferido no “alzar olas” en la Policía Municipal y nombrará a su titular hasta que el nuevo gobierno federal defina su estrategia para combatir la inseguridad.
La policía de Chilpancingo regresó hace un par de meses a sus funciones, después de estar encuartelada.
A finales de diciembre de 2017, agentes de Chilpancingo fueron acusados de desaparecer a siete jóvenes. Dos de ellos fueron encontrados muertos, dos fueron liberados y tres continúan desaparecidos.
Por esos casos, el Ejército, las policías Federal y Estatal tomaron las instalaciones, desarmaron a los agentes y los encuartelaron. Todos, se dijo, estaban siendo investigados. Sin embargo, sólo uno fue vinculado a proceso.
En los últimos tres años ninguna de las 81 policías municipales fueron certificadas en su totalidad.