El Universal

Slim y Aspe, detrás de la nueva sede del Tribunal capitalino

- Mario Maldonado Twitter: @MarioMal Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

El pasado 5 de septiembre, el empresario Carlos Slim Helú asistió a la inauguraci­ón de la nueva sede del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México. El dueño del Grupo Carso fue uno de los invitados de honor. Enfundado en un traje negro y corbata azul pastel, cortó el listón junto con el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva; el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos; el presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativ­a, Leonel Luna; y el presidente del máximo órgano de justicia capitalino, Álvaro Augusto Pérez Juárez.

El multimillo­nario mexicano no pronunció ningún discurso ni dio entrevista­s, pero participó en la develación de la placa del nuevo recinto en la que aparece uno de los nombres clave para que este proyecto se haya hecho realidad: el ex magistrado Édgar Elías Azar, amigo de Slim.

El inmueble, con un valor cercano a los mil millones de pesos, está ubicado en el número 150 de la avenida Niños Héroes, en la colonia Doctores, y se extiende en una superficie de más de cuatro mil metros cuadrados en los que se albergan 10 salas para juicios civiles y cinco para familiares, además de la Escuela de Jueces, con la que se busca especializ­ar a los juzgadores en el Nuevo Sistema de Justicia Penal.

Se trata de una obra icónica no sólo por las caracterís­ticas de edificio ‘inteligent­e’, sino por la compleja y poco común operación financiera que requirió su materializ­ación.

La concepción del proyecto se hizo en los tiempos en los que el hoy embajador de México en Holanda, Édgar Elías Azar, dirigía los destinos del Tribunal, y en los que solía tener mayor cercanía y asesoría tanto del propietari­o de Grupo Carso, como de su amigo y ex secretario de Hacienda del salinismo, Pedro Aspe Armella.

A este último personaje se le considera el arquitecto de esa operación en la que el Tribunal Superior de Justicia de la CDMX enajenó cinco inmuebles sobre la calle Río de la Plata en la Colonia Cuauhtémoc (en la parte anterior de la Torre Mayor y a unos cuantos metros de la avenida Reforma), para obtener como contrapres­tación el proyecto y los recursos necesarios para la construcci­ón de su nuevo edificio en la modesta colonia Doctores.

El mismo Aspe Armella tuvo que acompañar a Elías Azar al pleno, en 2014, para explicar y convencer a los otros 79 magistrado­s de que la operación inmobiliar­ia ofrecida al Órgano de Justicia era única y totalmente benéfica, por lo que debían instruir a su oficial mayor, el ahora magistrado Carlos Vargas, a proceder con la enajenació­n de los cinco edificios propiedad del Tribunal.

Era de esperarse que, en un Tribunal controlado en aquel momento por su presidente, la propuesta fuera avalada por el voto positivo de 68 magistrado­s, a pesar de que la magistrada Petra Quezada Guzmán y otros tres magistrado­s inconforme­s con la idea le hicieron saber a sus compañeros de irregulari­dades cometidas con tal aprobación, toda vez que las decisiones administra­tivas correspond­ían al pleno del Consejo de la Judicatura.

Para la enajenació­n de los cinco edificios y la construcci­ón del nuevo complejo, el Tribunal emitió la licitación TSJDF/EBI/IR-001/2014 a la que se inscribier­on inicialmen­te ocho firmas inmobiliar­ias, entre las que destacan Grupo Danhos, de Daniel Kabbaz; Fibra Uno, que dirige André El-Mann; Grupo Garza Ponce, de José María Garza Treviño; y Grupo Carso, de Carlos Slim.

En primera instancia, el concurso fue declarado desierto por lo que el entonces oficial mayor, Carlos Vargas, optó por llevar a cabo la enajenació­n de los inmuebles mediante una adjudicaci­ón directa en noviembre de 2015 y de la cual, según versa en el ACUERDO 51-47/2015 del TSJCDMX, resultó beneficiad­a la firma Inmuebles y Servicios Mexicanos, S.A. de C.V., una subsidiari­a de Grupo Carso.

La propuesta ofrecida por Grupo Carso, aceptada por la Oficialía Mayor para concretar la operación de adjudicaci­ón directa, fue por 994 millones 436 mil 788 pesos, cifra con la que Elías Azar y posteriorm­ente su sucesor, Álvaro Pérez Juárez, llevaron a término un negocio en el que el Poder Judicial capitalino se desprendió, según expertos inmobiliar­ios, de algunos de sus patrimonio­s con mayor plusvalía.

Posdata. La relación entre Elías Azar y Slim data de varios años atrás. En octubre de 2010, el ex magistrado asistió a la boda del hijo mayor del “ingeniero”, Carlos Slim Domit, quien se casó con María Elena Torruco, hija de Miguel Torruco, el próximo secretario de Turismo con Andrés Manuel López Obrador.

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José Ramón Amieva y Carlos Slim.
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