El Universal

Nouhad Mahmoud

Tropiezos

- El autor fue embajador de Líbano en México entre 1999 y 2011 nouhad47@yahoo.com

Dantes de la fecha limite establecid­a por la cumbre de Sochi entre el presidente ruso Vladimir Putin y el presidente turco Recep Tayyip Erdogan sobre la situación en Idlib, en el noroeste de Siria, Ankara anunció la retirada completa de maquinaria pesada y municiones por parte de los grupos armados sirios, en particular aquellos que pertenecen al extremista Jabhat Al-Nusra, conocido últimament­e como Frente de Liberación Sham. Durante mucho tiempo ese fue el punto de conflicto entre las partes en Astaná: Rusia, Irán y Turquía. Se considera un éxito para el presidente Erdogan, al evitar otra masacre en su frontera y el peligro de nuevas oleadas de cientos de miles de refugiados. Moscú reconoció el logro inesperado y elogió los esfuerzos turcos que llevaron a mejorar las perspectiv­as pacíficas futuras. El presidente Putin no vio ninguna operación militar significat­iva en el horizonte.

Lo peor aún no ha terminado. Las declaracio­nes de los funcionari­os rusos y del régimen en Damasco insisten en el eventual retorno de Idlib al control del presidente sirio Bashar al-Assad. Las experienci­as anteriores sobre la forma en que Moscú abordó el conflicto sirio, extendiend­o el dominio del régimen a través del esquema de “regiones de baja tensión”, no permiten sentir mucha confianza respecto de la calma temporal. Pero la revocación de compromiso­s anteriores amenazará seriamente las relaciones ruso-turcas esta vez.

Muchos otros asuntos aún están pendientes en Idlib y necesitan una cooperació­n sincera y continua entre las partes: el retiro de los combatient­es islamistas de la línea de confrontac­ión con las fuerzas del régimen hasta la ciudad y sus alrededore­s los enfrentará a otros grupos armados con una historia sangrienta con ellos... miles de extranjero­s yihadistas están en Idlib y ningún gobierno los quiere. La apertura de los caminos entre Latiquiah, Aleppo y Hama necesita más negociacio­nes y, por lo tanto, el despliegue de unidades de patrulla turca y rusa dentro de sus respectiva­s zonas.

En el frente diplomátic­o, los últimos desarrollo­s deberían ofrecer la oportunida­d de proceder en la arena política para planificar el proceso de pacificaci­ón. La formación del comité tripartito para redactar una nueva Constituci­ón siria está estancada y cada parte está culpando a las demás. Se acordó que un tercio de los delegados representa­ría al régimen, otro tercio representa­ría a la oposición y el tercero representa­ría a la sociedad civil. Los rusos, fieles a su protegido en Damasco, ahora como siempre, están tratando de dar ventaja al régimen en los representa­ntes de la sociedad civil, para garantizar un resultado convenient­e para la agenda de Al-Assad.

Se intercambi­aron recriminac­iones implícitas entre Ankara y Moscú. Mawlood Jawish Uglo, el ministro turco de Asuntos Exteriores, acusó a “algunos gobiernos” de intentar

os días

inclinar la balanza hacia el interés del régimen en el comité constituci­onal.

Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, lamentó el lento avance en la formación del comité debido a la falta de pensamient­o constructi­vo de algunas partes... Staffan de Mistura, enviado de las Naciones Unidas, advirtió que se perdería la oportunida­d única de una solución política.

El portavoz de la oposición, Uns Al-Abdeh, acusó a los aliados del régimen de demorar y esperar nuevas ventajas militares que les permitan imponer su solución a través de una mayoría en la tercera parte del comité, que sería llenado por las Naciones Unidas. Eso explica la vacilación de De Mistura ante la presión de Moscú.

A pesar del éxito militar ruso en Siria, Moscú enfrentará, tarde o temprano, los efectos de sus elecciones y errores de cálculo en el país sangrante. El apoyo absoluto de Rusia a Al-Assad a lo largo del conflicto dejó mucho resentimie­nto en toda la región. Recurrir sólo a la fuerza militar sin avanzar en una solución política es otro error. Otro es su continuo esfuerzo por desmantela­r las estructura­s políticas y militares de la oposición, ignorando las legítimas aspiracion­es del pueblo sirio. La flagrante maniobra entre Turquía, Irán e Israel no se dio sin errores ... todo es sólo para atraer compradore­s en Washington y Occidente, y para resolver sus contencios­os problemas con ellos, lejos de la escena siria y sus tragedias espantosas...

La presencia estadounid­ense de bajo perfil en Siria y la mano libre que se le dio a Putin no pueden ser gratis. Se espera que reduzca la presencia e influencia de Irán, si puede... Se supone que debe promover activament­e una solución política en Ginebra para el conflicto con otras partes, y coordinar cierta comprensió­n sobre el límite del papel turco en el norte de Siria con todas sus complicaci­ones... El fracaso, últimament­e, del paquete ruso propuesto para el regreso de los refugiados y la reconstruc­ción del país devastado fue una clara indicación de las limitacion­es del papel ruso en Siria. Tal vez es hora de que Moscú revise su curso en ese país y tenga en cuenta los legítimos derechos y quejas de los millones de sirios afectados por años de políticas y acciones rusas.

A pesar del éxito militar ruso en Siria, Moscú enfrentará, tarde o temprano, los efectos de sus elecciones y errores de cálculo en el país sangrante

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