A TRAVÉS DEL TIEMPO
Recrean atletas de antaño la ceremonia del fuego; 104 relevos recorren 20 km hasta CU
La ex atleta Enriqueta Basilio encendió el pebetero del estadio Olímpico Universitario, igual que hace 50 años en la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 1968, cuando rompió paradigmas y se convirtió en la primera mujer en la historia de esta justa en hacerlo.
Después de 104 relevos y 20 kilómetros de recorrido, que inició desde el Comité Olímpico Mexicano con la nadadora Laura Vaca, Basilio repitió la historia al mediodía, tal como hace medio siglo, cuando en la parte más alta del inmueble volvió a dejar marca de su legado en el deporte de nuestro país.
“Me siento igual de orgullosa y emocionada que hace 50 años”, dijo Basilio, quien también encendió el pebetero días previos al Maratón de la Ciudad de México.
Enriqueta aseguró que tener la responsabilidad de llevar la flama conmemorativa hasta la última instancia, “es algo que nunca olvidaré”.
Leyendas y ex atletas de la justa, así como jóvenes deportistas de nuestro país, fueron parte de los cinco contingentes que desfilaron para formar el emblema de los aros olímpicos.
Los ex deportistas que participaron en el desfile fueron Bob Beamon, Dick Fosbury, Robert Seagren y Keino Kipchoge (atletismo); Michael Burton, Debbie Meyer y Michael Wanden (natación); Klaus Dibiasi (clavados), Servilio de Oliveira (boxeo) y Yelena Belova (esgrima).
Uno de los momentos más emotivos del festejo fue protagonizado por los medallistas mexicanos, quienes, encabezados por Felipe Tibio Muñoz, desfilaron con una manta de los Juegos Olímpicos.
Inmediatamente después, la antorcha con el fuego conmemorativo ingresó al inmueble en manos de Kenia Lechuga, campeona centroamericana de remo en Barranquilla y de Eduardo Ventura, deportista paralímpico en atletismo, quienes entregaron la flama a Horacio de la Vega, director de Indeporte, quien fue el encargado de ceder la antorcha a Queta Basilio para concluir la ceremonia.
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