Una doble aventura
María y Ricardo llegaron a tierras españolas en busca de una mejor preparación profesional. Su conocimiento en marketing digital y emprendimiento de innovación reforzados en un postgrado han servido para que esta idea crezca día a día.
“La gente compra entre 50 y 80 euros en promedio. Hacen pedidos muy específicos, pero lo que más nos piden son salsa, cervezas, jugo de tomate y chocolate”, destaca Haller Sánchez.
A un año de su creación, María la Bonita tiene un amplio catálogo que, en los próximos meses, tendrá muchas más marcas para que miles de connacionales sigan disfrutando de los alimentos mexicanos.
Aunque son varias marcas las que trabajan con estos emprendedores, su próxima meta es importar no solo productos comestibles, también artesanías.
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