Insignia bendita
La escultura, que simboliza el espíritu religioso de la ciudad de Río de Janeiro, fue concebida por el padre Pedro María Boss y la Princesa Isabel de Portugal, a mediados del siglo XIX. Sin embargo, la idea se retomó hasta 1921, como parte de las celebraciones del centenario de la independencia de Brasil. Su construcción inició cinco años después, bajo la dirección del ingeniero Heitor da Silva Costa, el artista plástico Carlos Oswald y el escultor francés Paul Landowski.