Efervescencia a la italiana
Giacomo Marzotto, de bodega Santa Margherita, explica que México es un mercado emergente para estos vinos
Giacomo Marzotto, propietario de la bodega italiana Santa Margherita visitó México, un mercado emergente para los espumosos de la región.
Italia es un país con una rica cultura vinícola. Sus caldos clásicos son bien conocidos en el resto del mundo pero, hoy en día, la península itálica busca reinventarse y llegar a otros públicos. “Siempre nos han enseñado que hay que ir adelante, somos innovadores en la industria”, expone Giacomo Marzotto, propietario y nieto del fundador de la marca Santa Margherita, quien visitó la Ciudad de México para presentar las nuevas etiquetas de sus vinos.
Santa Margherita es una bodega italiana con más de 80 años de historia. Es mundialmente conocida por sus secos y espumosos, vinos tradicionales a los que busca darles un giro.
“Queríamos refrescar la imagen que antes era clásica. El prosecco está adquiriendo fuerza, aunque lentamente”, comenta Giacomo.
El cambio de imagen de la bodega era necesario porque el prosecco está logrando una democratización de la burbuja. Hoy en día los espumosos no son solamente para las grandes celebraciones, todos los días son buenos para tomarlos, ya que tienen un perfil muy fresco y no son tan estructurados y complejos. Son vinos que actualmente están en tendencia y que incluso se están utilizando en la coctelería.
Giacomo explica también que una de las mayores cualidades de los vinos italianos es su beneficio en calidad y costo.
“Se puede disfrutar de una gran botella, sin tener que gastar una locura”, afirma.
Por su parte, los espumosos rosados de la bodega son más jóvenes y pueden dirigirse a muchos y variados tipos de público.
Precisamente, uno de los mercados emergentes para este tipo de vinos es México, donde está adquiriendo popularidad de manera rápida.
“No vamos a esperar 20 años para ver que la gente pase del consumo del dulce al seco. México ya ha evolucionado y está diversificando su gusto en vinos”, dice Giacomo.
Para el bodeguero, en nuestro país se está haciendo un gran trabajo atrayendo a la gente para que consuman vino nacional y después se animen a probar los de otras latitudes.
“Me ha gustado mucho el vino de aquí, es un país joven y la calidad es buena. Estoy muy agradecido con el trabajo de todas las bodegas mexicanas porque están ‘evangelizando’ el vino y estoy seguro que muchas personas más se acercarán a él y lo adoptarán en su estilo de vida”, finalizó el bodeguero italiano.