Bella ante todo
Tener autoestima alta es un reto para la paciente con cáncer. Por eso, estas iniciativas buscan que no perciba los cambios sustanciales en su imagen
Ante los cambios físicos que presentan los pacientes sometidos a tratamientos como la quimioterapia, es crucial elevarles la calidad de vida y su autoestima. En el caso de las mujeres, en México hallarán apoyo en talleres, pláticas y otras iniciativas como las que a continuación describimos:
I. Ary Imagen
Para reforzar el aspecto de ellas durante y después de su tratamiento oncológico, Araceli de Motta, asesora en imagen especializada en oncología y marca personal, comparte que “no quería que vieran mi profesión como algo trivial o superficial. Así que, después de capacitarme, comencé a tocar puertas en hospitales públicos y privados, y en asociaciones de mujeres con cáncer para ofrecer asesorías individuales y pláticas.
Su misión
La meta de Ary Imagen es ofrecer “información de qué hacer y cómo resolver los posibles cambios que pueden tener al comenzar las quimioterapias: el folículo capilar se debilita, la piel se reseca, las uñas cambian de color, el sentido del gusto es diferente, entre otras molestias. Además, las apoyo si no tienen recursos para comprar una peluca o algún otro artículo”.
En alianza
Entre la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec) y la
El Incan, la Unidad de Especialidades Médicas de Detección y Diagnóstico del cáncer de mama (en Querétaro) y Fundación IMSS también ayudan a proyectos de oncoimagen.
Asociación Nacional de la Industria de Productos del Cuidado Personal y del Hogar A. C. ofrecen el programa no médico de servicio público “Luzca bien, siéntase mejor”, que desde hace cinco años fue traído a México con el objetivo de fortalecer la autoestima y la calidad de vida de las pacientes con cáncer.
A través de talleres de maquillaje y sesiones de belleza impartidos por profesionales, les crean a las pacientes un sentido de apoyo, confianza, valor y solidaridad. Además, las ayudan a manejar los efectos secundarios que afectan su apariencia mientras reciben su tratamiento.
II. Belleza oncológica
El taller tiene como embajadora a Rosalva de la Mora, actriz y asesora en imagen oncológica, a partir de su experiencia como sobreviviente de cáncer de mama.
“La imagen personal es muy importante para la mayoría de las personas, pero en el ámbito del paciente oncológico es un campo fundamental. Viví lo que se siente llegar al límite de la belleza. Todos pensamos que la belleza se acaba cuando somos mayores de edad. A mí se me acabó a los 43 años de edad; gracias a Dios, fue por unos meses, pues descubrí que mi verdadero valor como mujer era por lo que soy y no por lo que represento”, admite.
Entre las labores del programa destaca la enseñanza de técnicas para el cuidado de la piel y de maquillaje oncológico, el cual ayuda a disimular la pérdida de cejas, pestañas y el color amarillo que desencadena la quimioterapia. Además, las asistentes reciben como obsequio una mascada para disimular la falta de cabello.
“Doy consultas de belleza oncológica, en las cuales les informo de lo que se van a enfrentar con los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos. Les recomiendo productos y accesorios que les ayudarán a verse mejor y a disimular la enfermedad, entre otros consejos y apoyos”, detalla de la Mora.