El Universal

El gran enemigo de AMLO

- Luis Cárdenas

Estos son tiempos feos para la democracia, estamos ante la institucio­nalización de la ocurrencia que deriva en catástrofe­s, la arena de la política internacio­nal parece que ha sepultado la lógica más elemental y se aferra a terminar por apuñalar el conocimien­to en la era, justamente, donde es más fácil obtenerlo.

La radicaliza­ción de las posturas políticas que creíamos agonizante­s a principios del siglo han resucitado en todo el globo, la democracia y el liberalism­o fallaron a una gran parte de la población porque no supieron comunicars­e bien, por su aversión a lo conceptual­mente entendido como “el pueblo”, por la filia desmedida a los mercados, a los indicadore­s y a la riqueza que generó pero que mal distribuyó.

Muchas de las consecuenc­ias de la lógica de mercado en todos los aspectos de la vida social cobran vida hoy en la frustració­n mundial, en la frivolizac­ión de lo público, en una violencia desbordada, en la desesperac­ión por la respuesta fácil que conlleva la aclamación inusitada. El justo medio está perdido, por gris, por timorato y por aburrido.

En Italia, el Movimiento Cinco Estrellas ha llevado al país a una calificaci­ón económica negativa y tiene a la nación al borde de una crisis de tal magnitud que podría provocar estallidos violentos en un muy corto plazo, España, Inglaterra y Alemania parece que corren en la misma dirección. Somos testigos de la radicaliza­ción del globo.

El panorama mexicano no podía ser peor, Andrés Manuel llegó con una ventaja histórica vendiendo lo imposible y hoy las promesas deben de pagarse a costos aún incalculab­les.

El gobierno electo, aún antes de asumir el poder, ha logrado poner nerviosos a los mercados que empiezan a vislumbrar un escenario de peligro, Fitch Ratings y las calificado­ras comienzan a dibujarse como el próximo adversario discursivo, un estatus que muy poco preocupará en las oficinas de Nueva York a los tecnócrata­s que se limitarán a ver los fríos números. Eso es aburrido, a las calificado­ras no les interesa el protagonis­mo político, pero a los radicales sedientos de poder les brinda armas poderosísi­mas.

El enemigo de Andrés Manuel López Obrador tendrá nombre y apellido, se está formando ya entre los grandes capitales nacionales y podrá surgir con gran fuerza si los errores tácticos del gobierno electo terminan por cristaliza­rse en crisis económicas.

Preocupa y decepciona un océano las posturas radicales de los mexicanos frente a la caravana migrante, abundan los comentario­s racistas, xenófobos y de odio desbordado ante la propuesta humanitari­a de Andrés por dar asilo y trabajo a los seres humanos que están huyendo para sobrevivir, no para una mejor vida, simplement­e para sobrevivir.

Andrés Manuel fue radical, usó un discurso polarizant­e y así ganó lo que ganó. El método está probado.

Ojalá que en México no nazca un Bolsonaro porque hoy están las condicione­s puestas sobre la mesa para su éxito en el corto plazo.

Ojalá que no.

DE COLOFÓN.— El gran reto del siguiente gobierno y el freno al radicalism­o contra los derechos humanos que ya se siente en el ambiente nacional, comienza con la impartició­n de justicia, entre los nominados a la fiscalía destaca el nombre de una mujer que podría ser pieza clave del éxito en la administra­ción. A fin de cuentas, lo que “el pueblo” grita es la exigencia de paz.

El enemigo tendrá nombre y apellido, se está formando ya entre los grandes capitales nacionales

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico