El Federalismo mexicano. Caso Quintana Roo
Proverbio Chino: Cuando tomes agua de un pozo, pregunta ¿quién hizo el pozo?
El 8 de octubre se cumplieron 44 años de una historia singular. La transformación del territorio de Quintana Roo en estado libre y soberano, hecho de gran transcendencia que enriqueció a la Federación, al lado del estado de Baja California Sur entidades hermanas de una misma pasión de no ser mas un territorio subordinado al gobierno central, y ser ciudadanos de primera clase. El 8 de octubre de 1974 marcó la génesis de estas dos entidades federativas que en el futuro serían gobernadas por su propio orden constitucional, su congreso y leyes ordinarias.
La sesión solemne con motivo del XLIV Aniversario del estado libre y soberano de Quintana Roo fue emotiva, contando con la invitación del ex presidente de la República Lic. Luis Echeverría Álvarez, quien designó un representante, el gobernador de la entidad Carlos Manuel Joaquín González, dignatarios mayas, y ex gobernadores que dejaron una huella indeleble en la construcción con visión de futuro de esta poderosa entidad, ejemplo para muchas otras; a pesar de ser los más jóvenes acumulan el mayor índice de crecimiento y dinamismo. El acto central fue la lectura del Decreto por el cual se transformó el territorio de Quintana Roo en entidad federativa, enriqueció la construcción del federalismo, acto que mereció una ovación, especialmente de los dignatarios mayas testigos insobornables de la historia, agradecidos por aquel acto republicano que les dio justicia haciéndolos titulares soberanos.
La transformación del territorio a entidad federativa ha sido todo un éxito. Hoy contemplamos la enorme evolución y transformación de estos nuevos destinos. Muchos mexicanos han encontrado aquí una nueva vida, con la concurrencia de inversiones de todo el mundo. El impulso del desarrollo turístico es impresionante, floreciendo Cancún y la Riviera Maya, colosos incontenibles del Caribe; han prosperado enormes proyectos turísticos que explican la acertada razón de la planeación y desarrollo de este rincón de la patria.
Toca las puertas un nuevo proyecto robusto, nueva esperanza, el Tren Maya, que unirá los mares turquesa más bellos del mundo y sus playas paradisiacas, sumado al enorme legado de la cultura Maya. Será un detonador para la creación de empleos, atraerá inversiones y tecnología de muchas partes. Ya se apunta la República Popular de China, amigo, aliado y socio estratégico de México. La ruta recorrerá más de 1500 kilómetros, atravesará selvas, uniendo al Mar Caribe con zonas arqueológicas de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Con especial emoción se anunció en el Congreso a los artífices defensores de la soberanía de la entidad, homenajeándolos con la inscripción de sus nombres con letras de oro en los muros del recinto: Manuel Antonio Ay, primer mártir de la Guerra de Castas; don Andrés Quintana Roo, Leona Vicario, Jacinto Pat, Cecilio Chi, José María Barrera, Othón P. Blanco, Comité Pro-Territorio, Lázaro Cárdenas, Rafael Melgar y don Javier Rojo Gómez.
La construcción del estado de Quintana Roo fue un sueño, una epopeya de un gobierno republicano y del pueblo, que supo interpretar los sentimientos de la nación, de una patria digna, impecable y diamantina, que transformó un escenario de selva, de sonidos de pájaros de oficio carpintero, creando un emporio de prosperidad para todos los mexicanos. Hoy se erige poderosa esta entidad donde han migrado muchos mexicanos encontrando su nuevo destino, en medio de enormes riquezas naturales.
Casi nueve lustros han transcurrido cuando en mi primera juventud estuve presente en la sesión solemne del Congreso, que le tomó protesta al gobernador de la entidad Lic. Jesús Martínez Ross. En esta ocasión recordé que aquí comenzó mi historia profesional y saludando a los dignatarios Mayas agradecidos y a líderes sociales comprometidos como es el caso de mi amigo Chano Toledo.