LA FONDITA QUE ENAMORÓ A AMLO
Desde hace 25 años gusta de acudir a La Popular a comer el caldo de pavo y frijol con puerco; “ya vino como presidente electo, llega sin avisar, no ha cambiado”, dice el dueño del lugar
Desde hace 25 años, López Obrador es cliente de La Popular, en Jalapa, Tabasco. Su platillo favorito, el caldo de pavo, de 60 pesos.
AJalapa, Tabasco lgunos lo consumen porque es bueno para aliviar la cruda, deshidratación o malestares estomacales. Otros, porque sus propiedades nutricionales aportan beneficios al corazón, pero la mayoría lo pide por su sabor. Es un platillo bajo en grasa y con carne suave, es el caldo de pavo, uno de los predilectos del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Elizama Morales, propietario de la fonda La Popular, ubicada en la carretera Villahermosa-Macuspana, platica con orgullo que desde hace casi 25 años, uno de sus clientes es López Obrador, quien en ocasiones pide el caldo de pavo; otras, frijol con puerco, sus dos platillos favoritos. “San Juan el Alto, en el municipio de Jalapa, es su parada obligatoria cuando visita su tierra natal”, señala.
“La última vez que visitó La Popular fue el pasado 27 de julio, cuando aterrizó en Villahermosa y por carretera se dirigió a Palenque, Chiapas; ese día llegó casi al cierre de la cocina y pidió caldo de pavo, pero ya no teníamos, entonces preguntó: ‘¿Qué hay?’, y le dije que teníamos frijol con carne salada de cerdo; ‘denme una orden, dijo’”, relata Elizama.
Comentan los que saben de comida tabasqueña, que aquí, en este pequeño local que da empleo a 11 personas, se venden los mejores caldos de pavo sancochado, el frijol con carne salada de cerdo, el pollo con fideo, el puchero y la pancita de res. Cada platillo tiene un costo de 60 pesos.
Además se pueden disfrutar panuchos; los hay de frijol, carne de res, pollo y queso de hebra, éstos cuestan 10 pesos. También en La Popular se vende taquitos de cochinita pibil, chicharrón, huevo cocido, carne deshebrada con huevo y con longaniza; los alimentos los puedes acompañar con refrescos, aguas de horchata, jamaica y pozol.
Aquí la sencillez es el toque de distinción; las mesas y sillas son de plástico, y el caldo de pavo no lleva condimentos, sólo la carne y agua. Una vez que está cocida se le agregan hierbas para que agarre sabor. Se acompaña con chile habanero picado con cebolla blanca, hay quienes le ponen cilantro. Se sirve bien caliente.
Para que sea de mejor calidad, el pavo deber ser criado en los patios de las casas; aunque los que se producen en las granjas son de buena calidad, todo depende de cómo lo alimenten.
La molleja, de lo que más le gusta
“A López Obrador le gusta acompañar su caldo con molleja, que acá en el trópico, en su tierra y en su agua se le conoce como la chacha”, platica un amigo del político tabasqueño.
Añade que siempre que tiene la oportunidad de comer en Tabasco, trata de hacerlo en algún pueblo, cocina, casa de algunos de sus amigos y no en restaurantes de lujo.
En La Popular, los meseros y cocineras también se siente halagados de que entre sus comensales tengan a un presidente electo. No se necesita reservación ni vestir de etiqueta, la mayoría de la gente que acude es de clase media, pero no hay distinción, a todos los atienden por igual.
“Nosotros nos sentimos halagados en ese momento, con esa felicidad porque no en cualquier lugar se detiene; nosotros nos sentimos en ese momento bien halagados porque podemos platicar con él; él no distingue a nadie, se toma fotos conmigo, con las cocineras, con todo mundo”, relata Elizema.
Y agrega: “No imaginamos que le serviríamos al presidente”, dice el propietario, quien tiene confianza que con la llegada de López Obrador a la Presidencia todo cambie.
También les da aliento
Don Elizema, con voz entrecortada afirma que ahora Tabasco cambiará con el triunfo de su paisano y recuerda que su familia ha sufrido la violencia que se vive en todo el país, ya que uno de sus hijos fue asesinado casi enfrente de la fonda y el otro fue secuestrado.
Cuenta que López Obrador está pendiente de su gente, porque cuando pasó por el establecimiento y recién había vivido la tragedia, lo abrazó y le dijo: “Lo sé todo, ánimo”.
El presidente electo nunca ha aceptado alguna cortesía, incluso la última vez que visitó la fonda, su propietario le quiso invitar, pero no aceptó, “si no me cobras, no regreso”, le advirtió.
En alguna ocasión, el ex gobernador de Tabasco Andrés Granier Melo acudió, pero únicamente se tomó un café y el actual mandatario, Arturo Núñez Jiménez, sólo lo hizo en campaña, ya en funciones no ha regresado.
Doña Alicia, quien desde hace tres décadas trabaja en La Popular, se siente feliz al saber que quien será el presidente de la República disfrute del caldo de pavo que cocina. “Muy contenta que coma lo que yo guiso; siempre ha venido, siempre pasa, lo que le encanta es el caldo de pavo sancochado y el frijol con puerco. Siempre pasa por aquí”, refirió.
“Siempre que [Andrés Manuel López Obrador] tiene la oportunidad de comer en Tabasco, busca hacerlo en algún pueblo o cocina y no en restaurantes de lujo” ELIZAMA MORALES Propietario de la fonda La Popular