El Universal

Caravanas de las barras persisten

Tónica: conatos de bronca con policías, y consumo de alcohol y drogas

- SEBASTIÁN GARCÍA —sebastian.grcia@clabsa.com.mx

Previo al Clásico Joven, las barras de Cruz Azul y el América enviaron un mensaje que debería ser considerad­o una prioridad por Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX.

Cada grupo de animación, desde su trinchera y portando sus colores, organizó una caravana para dirigirse al Estadio Azteca, a pesar de los deseos del directivo por erradicar estas movilizaci­ones, después de lo ocurrido hace unas semanas en Monterrey, horas antes del clásico regiomonta­no.

En una Ciudad de México ya de por sí caótica por el Clásico Joven, el desfile de Día de Muertos y el Gran Premio de México, se uneron las caravanas de ambas aficiones. Con paradas en tiendas para comprar cerveza o para hacer sus necesidade­s, el tráfico al sur de la capital se volvió una sucursal del manicomio.

En las inmediacio­nes del metro Fray Servando se reunieron la Monumental y el Disturbio, ambas barras del América. Las drogas eran ocultadas, pero el olor a marihuana no se podía disimular y el alcohol era demasiado.

Cerca de 40 vehículos (entre particular­es y del transporte público) llevaron a la afición azulcrema al Coloso de Santa Úrsula. Todo marchó en orden hasta que llegaron al Estadio Azteca, en donde algunos aficionado­s intercambi­aron golpes y empujones con elementos de seguridad.

En otro lado de la ciudad, el estadio Azul sirvió de punto de encuentro para los fanáticos de La Máquina. No importó la lluvia. Entre cánticos se les iba el frío. Y mientras se alistaba el convoy de 10 autobuses, siete microbuses y seis camionetas, integrante­s del grupo de animación La Sangre Azul consumían bebidas alcohólica­s. Todo a la vista de la policía, cuya labor fue la de resguardar el orden y escoltar a las porras, aunque realmente sin impedir que bebieran o hiciern uso de otras sustancias.

Ya en el Azteca, los seguidores cementeros comenzaron a acomodarse en el sector local, sobre el escudo pintado del América, que minutos antes de que arrancara el juego, ya estaba cubierto de azul, mientras que los emplumados, con todo y sus gritos de “¡Arrimados!”, alentaron desde la tribuna contraria, en la de visitante. En eso, las barras cumplieron, en lo de las caravanas no.

 ??  ?? Las porras azulcremas arremetier­on fuerte contra los grupos de animación cementeros.
Las porras azulcremas arremetier­on fuerte contra los grupos de animación cementeros.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico