México marca diferencia
México tuvo otra gran fiesta, otro exitoso año de la Fórmula Uno. No lo digo porque aquí se definió el campeonato, con un increíble festejo, es más que eso. En el Gran Premio de México se vive de todo.
Debo comenzar con una felicitación a la organización, porque siempre pensó en absolutamente todos los mínimos detalles para hacer que México siga marcando diferencia e innovando cada carrera. También, darle las gracias a la gente por su vibra y sus ganas de vivir la F1, que le agrega un sabor especial.
Lewis Hamilton nos lo dijo a los medios latinoamericanos: “Estos dos años que he quedado campeón en México, ustedes [los mexicanos] lo celebran más que cualquier otro país; Inglaterra, por ejemplo”.
El pentacampeón de Fórmula Uno agregó que puede sentir esa buena vibra y cargas de energía positiva de los aficionados en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
En el Gran Premio de México hubo espectáculo, momentos que parecía que el campeonato podía seguir alargándose hasta Brasil y muchas alegrías.
Es una lástima los problemas en los frenos del bólido de Sergio Pérez, cuando parecía que todo iba perfecto para Force India. El héroe mexicano tuvo que retirarse.
Qué gusto por Max Verstappen, con su segunda victoria en el podio más espectacular de toda la temporada.
El sábado estaba muy enojado después de la clasificación, al no conseguir la pole position. Pero los puntos son el domingo y logró su objetivo con una gran arrancada y manejó sin errores durante las 71 vueltas.
Maxito ya no es el futuro de la Fórmula Uno. Su hambre por victorias le ha permitido colocarse en la élite del automovilismo, con victorias contundentes como ayer.
El folclore de nuestro país es único, pintó el escenario con sus alebrijes y sus colores, su afición se disfrazó de Fernando Alonso para despedirlo, el mariachi cantó en la celebración de Red Bull y nuevamente nos hemos ganado el cariño y admiración de todo el Gran Circo.
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