¿No te quedaste en la universidad que querías? Autoconocimiento para elegir
Enfrentarse a no ser aceptado en la universidad que querían es un situación que en ocasiones causa frustración y estrés en los jóvenes, ya que piensan que al entrar a cierta escuela les iría mejor, serían exitosos y por lo tanto más felices, ya sea por lo que se dice o por lo que se piensa de ella en casa. Es así que, el hecho de no quedar ahí, causa mayor impacto en la vida de los jóvenes. “Cuando viven la experiencia de no ser aceptados, lo mejor sería sentarse y hacer un diagnóstico y ver por qué no fueron aceptados: faltó estudio, faltó una planeación de qué iban a hacer por día para preparase muy bien, no cumplieron con requisitos de la institución o simplemente hay saturación en la carrera o en la universidad que querían. Ver que una causa ajena puede estar fuera de nuestro control”, plantea Laura Estrada, asociada de Brújula Interior, consultora enfocada a desarrollar el crecimiento personal y profesional de las personas.
Laura explica que cuando se tiene claro cuál fue la razón por la cual no los aceptaron, es necesario identificar si esto está o no bajo su control. La especialista recomienda que los padres, como familia, “deben ayudar a entender a sus hijos que, el no entrar a esa institución, no tiene que ver con que sean unos buenos para nada; eso es importantísimo. Tienen que hacerles saber que eso no los etiqueta como fracasados. Por el contrario, hay que enseñarles a aceptar que existen situaciones que uno puede controlar y otras que no. A veces son los papás los que no pueden aceptar que el hijo o la hija no hayan entrado a la escuela determinada. Los papás se sienten frustrados solo porque quieren cuidar una imagen. Como papás hay que apoyarlos”, agrega la especialista.
Desde Brújula Interior, al trabajar con los chicos, se han percatado que su mayor problema es que no se conocen y eso provoca que se tomen a la ligera el proceso de admisión. Por eso les cuesta tanto trabajo identificar la escuela idónea para ellos, donde puedan crecer. “Nosotros incrementamos su autoconocimiento con una autoevaluación que descubre sus talentos, porque el ambiente de la escuela puede ser muy bueno para unos y destruir a otros. También les aplicamos diferentes ejercicios, básicamente para que imaginen qué tipo de vida laboral quieren tener. Trabajamos con ellos para que tengan mínimo tres opciones de carrera y otras tantas de escuelas que vayan alineadas a su talento natural, de tal modo que pueden aplicar”, señala Laura.
Asimismo, la especialista ejemplifica que en Alemania consideran que se debe romper la creencia de que solo hay desarrollo y un gran futuro si vas a la universidad. Laura afirma que la universidad es solo una opción, debido a que hay muchas alternativas técnicas en las cuales pueden tener un gran desarrollo. “No tienen que obligar a los chicos a pensar que lograr su sueño y desarrollo será solo a través de esa escuela y en esa carrera. Hay que mostrarles que hay otras opciones con las que cuentan”, concluye.
La frase
“Tenemos un gran porcentaje de chicos que no se quedaron por primera vez, segunda vez y muchas veces más. Incluso, hay casos en los que se quedaron, pero no les gustó y no le quieren decir a sus papás porque se pueden molestar. El principal problema es que no se conocen.” —Laura Estrada, asociada de la consultoría Brújula Interior.