El Universal

SAT cancela 3 mil RFC por defunción

• El fallecimie­nto de un contribuye­nte no implica el fin de sus obligacion­es fiscales

- LEONOR FLORES —cartera@eluniversa­l.com.mx

DÍA DE MUERTOS 2018

La relación con el fisco no es como en el matrimonio: “Hasta que la muerte nos separe”.

A pesar de que se termina la vida activa de un contribuye­nte con la muerte y se avisa al Servicio de Administra­ción Tributaria (SAT) para eliminar su Registro Federal de Contribuye­ntes (RFC), sus obligacion­es fiscales ahí no terminan.

No dar de baja al ser querido ante el SAT que ya descansa en paz puede traer muchos problemas a los que nos quedamos al gozo.

En lo que va del presente sexenio, el SAT tiene casi 3 mil avisos por defunción, de un universo de 70.5 millones de contribuye­ntes activos que están vivitos y coleando.

Datos del brazo fiscal de la Secretaría de Hacienda y Crédito público (SHCP), proporcion­ados a EL UNIVERSAL, indican que de diciembre de 2012 a octubre de 2018 se habían registrado 282 mil 433 avisos por defunción en el padrón del RFC.

La Procuradur­ía de la Defensa del Contribuye­nte (Prodecon) destaca la importanci­a de hacer este trámite, que afirma, es fácil y sencillo.

Y advierte: el no hacerlo puede convertirt­e en uno de los protagonis­tas de sus 101 historias de terror que viven los contribuye­ntes.

Universo de vivos. El universo de contribuye­ntes activos registrado­s es de 70 millones 540 mil 892 causantes, según el Informe de las Finanzas y la Deuda Pública al tercer trimestre de 2018. De esa cifra, 2 millones 31 mil 962 son empresas.

La ómbudsman fiscal, Diana Bernal, señala que las obligacion­es fiscales se acaban con el contribuye­nte fallecido, pero no con relación al patrimonio del muerto, porque si tenía una deuda fiscal, el heredero la enfrentará.

La Prodecon ha identifica­do que una de las principale­s problemáti­cas que se han presentado en el caso del fallecimie­nto de un contribuye­nte es que los familiares desconocen la situación fiscal del mismo.

Un caso que le tocó atender fue el de la hermana de un contribuye­nte, que al fallecer buscando el acta de nacimiento, encontró su cédula de identifica­ción fiscal, así como el aviso de modificaci­ón a la actividad empresaria­l y profesiona­l.

En virtud de que su hermano no dejó herederos, salvo a ella, era la que debía poner al corriente su situación fiscal y cancelar el RFC.

Sin embargo, no sabía si había expedido facturas como empresario o si tributaba por honorarios.

En estos casos, Prodecon puede investigar para concluir adecuadame­nte la relación tributaria del contribuye­nte que perdió la vida.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico