Cuidado con la toalla facial
Cuando pensamos en el cuidado del cutis sabemos que debemos usar productos de limpieza y protección de acuerdo a nuestro tipo de piel. Sin embargo, hay un paso fundamental que solemos ignorar: cómo secarnos el rostro. Conoce las claves del correcto uso de la toalla. Tu cara lo agradecerá.
1. Tipo de toalla. Puedes secarte con toallas de papel o de tela, y aquí hay muchos criterios que pueden conjugarse. Por motivos ecológicos probablemente prefieras de tela, pues son reutilizables, pero si tu cutis es muy graso podría ser conveniente usar toallas desechables. Eso sí, siempre emplea una toalla, pues si expones la piel mojada al viento para que se seque, terminará por resecarse y perderá elasticidad.
2. Toques suaves. Pasar la toalla por la cara tiene su arte, pues no debemos frotarla con intensidad, pues maltrata la piel. En su lugar, debes secar con toques en dirección ascendente, es decir, desde el mentón hacia la frente, ya que además de proteger la elasticidad de la piel, estimula la circulación.
3. ¿Secar por completo? Muchas veces nos esmeramos para dejar la cara sin rastro de humedad luego de lavarla, pero se trata de un error. Para lograr que los productos que apliquemos, como el suero o la crema humectante, penetren mejor en los poros, lo más recomendable es dejar la piel del rostro ligeramente húmeda.
4. No compartir. Muchas veces varios miembros de la familia usan la misma toalla que ya está en el baño para secarse la cara. Las toallas faciales deben ser completamente individuales, pues cada persona tiene condiciones distintas, como acné, cutis graso o sensibilidad, y compartir una herramienta de higiene solo causará problemas en la salud de la piel.
5. Solo para el rostro. Otro aspecto a considerar es que aunque tu toalla sea personal, no deberías usarla para otras zonas del cuerpo como, por ejemplo, las manos, ya que favorecerá la proliferación de bacterias.
6. Higiene general. Jamás dejes tu toalla mojada y arrugada. Extiéndela y mantenla en un lugar en el que pueda secarse con rapidez. Igualmente, lávala con frecuencia, ya que con los días se llenará de bacterias, restos de jabón, maquillaje y cremas, entre otros.