La reunión de las emociones
Motos. Manejamos la nueva gama Touring de Harley-Davidson en una demandante ruta
No es mentira que “las dos ruedas” significan una gran alternativa de movilidad para miles. Sin embargo, el verdadero sentido de andar en moto se encuentra en los lugares, la gente, la hermandad y la emoción que genera sentirse libre. Y, si alguien conoce acerca de todos estos sentimientos, es Harley-Davidson.
Desde su fundación, el histórico constructor motorista se ha encargado de otorgar un sentido diferente a la motocicleta, de crear un culto alrededor de ella, y de alimentar en quienes no podemos dejar de pensar en motores, el sentimiento más fuerte que cualquier entusiasta podría tener: la pasión.
Viajamos a la península de Yucatán donde nos encontramos con la gama Touring 2019 de Harley-Davidson para conocer su evolución y, por supuesto, probarlas en una pintoresca ruta en pleno corazón de la cultura maya.
El equipo de Harley-Davidson México vistió de gala una impresionante ex hacienda henequenera para que Antonio Cantero, gerente de Marketing para H.D. Latinoamérica, arrancara la noche de presentaciones. De esta manera, desfilaron sobre el escenario los modelos Road King Classic, Street Glide, Road King Special, Street Glide Special, Road Glide Ultra, Ultra Limited, Road Glide Special y Ultra Limited Low. La nueva gama Touring es quizás una de las mejor dotadas tecnológicamente hablando, ya que las ayudas para el conductor se encuentran más presentes que nunca. Es el caso del nuevo sistema de Infotainment denominado BOOM Box GTS, mediante el cual se puede tener acceso a la navegación, música y control de teléfono a través de la pantalla táctil (aún usando guantes) o, bien, vía control de voz; cabe mencionar que este dispositivo es totalmente a prueba de agua y los botones de acceso situados en las empuñaduras resultan muy ergonómicos e intuitivos. Otra de las novedades en la gama Touring es el sistema de iluminación denominado Daymaker, el cual funciona con una configuración de doble LED que contribuye a hacernos más notables en el camino, aun en rutas como las que transitamos donde el sol es muy brillante.
Entre motocicletas, plática con colegas y una exquisita cena con comida típica de la región, concluyó la primera noche, emocionados por lo que vendría más adelante. Manejamos
El segundo día comenzó con una indispensable plática de seguridad previa a la rodada de, aproximadamente, 300 kilómetros, que pasaría por Puerto Progreso, Dzilam, Izamal y de regreso a la agencia “Harley-Davidson Península”, donde tuvimos nuestro primer encuentro con estas motocicletas. Era momento de preparar cascos, enfundar guantes y trazar ruta en el BOOM Box GTS. Fotos, “selfies”, hidratación, risas, bromas y ese mencionado entusiasmo por salir a la carretera y poder probar la otra joya de la casa: el motor Milwaukee-Eight 114.
Acomodados por grupos, clientes, invitados y periodistas encendimos motores para comenzar oficialmente esta rodada por tierras mayas. Es bien sabido que el sonido que produce un motor Harley es la firma de la casa. Ahora, imaginemos cómo suenan más de 20 motos de esta cilindrada reunidas en un mismo lugar.
Ubicado a casi 40 kilómetros de Mérida, se encuentra Puerto Progreso, primer destino en la rodada que nos recibió con sofocantes 32 grados de temperatura sobre un pintoresco malecón situado a escasos pasos del mar. Apenas era una muestra de lo que se venía en los próximos kilómetros hasta los pueblos mágicos de Dzilam Cruzamos e Izamal. Un trayecto que se acompañó todo el tiempo de manglares, lagunas y un impresionante calor en la superficie del asfalto que no pudo vencer al Milwaukee-Eight 114 que, de hecho, a pesar de haber sido sometido diferentes tipos y hábitos de manejo en cada cambio de modelo, se mantuvo a la altura de lo esperado, incluso en los tramos de más velocidad o a la llegada de Izamal, por ejemplo, donde la temperatura ya superaba los 34 grados y el sol caía exactamente de frente poniendo a prueba no solo las máquinas, sino también a nosotros, demandando nuestro mejor manejo. Justo en esta parte del recorrido se pudo experimentar de la nobleza y el buen trabajo que hacen los amortiguadores de la Suspensión Sensible, contribuyendo a que la sensación de control en el manillar de la moto esté presente en todo momento, aún en altas velocidades o condiciones extremas como estas, donde es obligado contar con una ayuda para mantener a raya los 370 kilos de peso en una motocicleta de estas.
La noche llegó rápidamente, dándole otro matiz a la rodada. La temperatura era considerablemente menor y las carretera se encontraban menos transitadas, lo cual resultó muy conveniente para sentir el cambio en el comportamiento del 114 que, para entonces, montado en una Ultra Limited, se sentía más adaptado y robusto, sin perder la cómoda marcha que, sin contratiempos, nos llevó de vuelta hasta el concesionario Harley-Davidson Península, donde oficialmente finalizó la rodada.
El tercer y último día en la ciudad de Mérida no podía terminar sin una pequeña rodada a lo largo del histórico Paseo Montejo. Los contrastes entre la textura deslavada y los suaves colores de los edificios históricos, y los carenados Shark Nose, el cromo o incluso los colores como el Wicked Red Denim concluyeron las actividades del Harley Davidson Road Trip a bordo de una gama Touring 2019 que claramente ha llegado lista para superar cualquier desafío sin importar el lugar o las condiciones.