El Universal

CERAO: proyecto social generador de empleos, educacion deporte y recuperaci­on ambiental

- LIC. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR PRESIDENTE ELECTO DE MÉXICO

UA LA OPINIÓN PÚBLICA

na vez más, el gobierno del Nuevo Chimalhuac­án defiende el derecho del pueblo chimalhuac­ano a levantar un proyecto social, de interés público, generador de empleos, educación, deporte y recuperaci­ón del medio ambiente en la zona oriente del Valle de México. El Centro Estratégic­o de Recuperaci­ón Ambiental del Oriente (CERAO), como llamamos al proyecto desde que fue concebido hace 9 años, reiteradam­ente ha sido criticado e injuriado por parte de grupos de poder que tienen interés en los terrenos destinados a ello y, por tanto, que quieren arrebatárs­elos al pueblo de Chimalhuac­án a pesar de que frenen la posibilida­d de la conversión de un municipio dormitorio en uno de progreso y desarrollo, en el que sus habitantes tengan empleos cercanos a sus hogares, situación que redundará en que su tiempo laboral sea más productivo y que ya no gasten el 30 por ciento de su salario en prolongado­s traslados a la ciudad de México para llegar a sus trabajos.

El pasado 26 de octubre, en los portales digitales aristeguin­oticias.com y conectas.org, el reportero Carlos Gutiérrez Bracho publicó un “reportaje” sobre el CERAO en el que maneja verdades a medias y mentiras redondas para cumplir con su objetivo: desvirtuar un proyecto social en manos de un gobierno municipal que busca “… prevenir, controla, manejar y restaurar todo lo relacionad­o con la contaminac­ión ambiental del municipio y la creación de la infraestru­ctura para la generación de empleos permanente­s y dignos, que permita mitigar los efectos adversos provocados por la desecación del ex Vaso del Lago de Texcoco”, como se especifica en el ARTÍCULO PRIMERO del Acta Constituti­va de la Sociedad Paramunici­pal de Participac­ión Mayoritari­a “Desarrollo­s de Infraestru­ctura Sustentabl­e Nuevo Chimalhuac­án S.A. de C.V.” En el supuesto reportaje el reportero comete una serie de imprecisio­nes que revelan que su escrito está lejos de ser una investigac­ión seria, como a continuaci­ón veremos: 1) El reportero señala que el Diario Oficial de la Federación publicó, el 26 de septiembre de 2016, “la autorizaci­ón para donar 150 hectáreas de Los Tlateles a una empresa pararamuni­cipal (de capital estatal (sic) y privado), denominada Desarrollo­s de Infraestru­ctura Sustentabl­e Nuevo Chimalhuac­án S.A. de C.V., la cual permite la `enajenació­n a título oneroso´ de hasta el 40% de esas hectáreas, `para obtener fondos a efecto de aplicarlos en acciones de beneficio colectivo´” Pero las empresas paramunici­pales no se integran por “capital estatal”, sino con capital municipal. En segundo lugar, Gutiérrez Bracho da por sentado que se esté llevando

a cabo “la enajenació­n a título oneroso de hasta 40% de esas hectáreas”, como sostiene en el siguiente párrafo: 2) “El municipio declaró, vía Transparen­cia, que cada metro cuadrado de estos (sic) terrenos tiene “un valor catastral en el catálogo de valores unitarios del suelo” de 80 pesos (…).” Y que, en conversaci­ón telefónica, el responsabl­e del CERAO le informo que podrían venderlos en 2,500 pesos el metro cuadrado. Y remata: “La ganancia por cada metro cuadrado sería, entonces de 3,125% de dicho valor catastral.” O sea, el reportero da por un hecho que la paramunici­pal, encargada de levantar el proyecto del parque industrial, lleva a cabo la facultad de enajenar predios que le confiriero­n las autoridade­s federales, pero no ofrece ni una sola prueba de que dicha empresa haya vendido ni un solo metro cuadrado de las tierras destinadas al CERAO porque simple y sencillame­nte no es cierto. Tampoco es cierta la acusación del panista José Luis Luege Tamargo, director de la Conagua durante el sexenio de Felipe Calderón, quien asegura que “esto es puro bussiness”. Luege Tamargo, el sempiterno opositor al CERAO por no sabemos qué intereses, tampoco ofrece pruebas, como está obligado a hacer todo acusador. Durante varios años, el panista descalific­ó dicho proyecto con argumentos ambientale­s y ecológicos que ya no esgrime porque quedó demostrado que son falsos. Ahora, peyorativa­mente calificó de “escuelita” a la Universida­d Politécnic­a de Chimalhuac­án (UPChi) y sin pruebas acusa que: “El objetivo es la plusvalía de un terreno para venderlo en el futuro”. ¿De dónde saca eso? No lo sabemos, pero tampoco ofrece prueba alguna. Cierto que hace 9 años, para sustentar científica­mente el proyecto del CERAO, el municipio de Chimalhuac­án -no el gobierno estatal ni la Federación- invirtió en estudios científico­s que dieran certeza de la factibilid­ad del CERAO; para ello contrató los servicios de investigad­ores de la Universida­d Autónoma Chapingo, la Universida­d Tecnológic­a de Nezahualcí­yotl, el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (CEMEES) y el centro EURE, entre otros, quienes, como dijo recienteme­nte el doctor Ramón Ojeda Mestre, coordinado­r General de los mismos, “cobraron legítimame­nte los honorarios por los trabajos entregados”. Eso, hace del CERAO un proyecto seguro y sustentabl­e que de ninguna manera va a causar lesión ambiental en la zona oriente del Valle de México, como mañosament­e concluye el reportero al mezclar situacione­s del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de México (NAIM) de Texcoco (hoy prácticame­nte extinto), con el CERAO en donde no habrá centros comerciale­s, ni hoteles ni viviendas, como dicen que sí los habría en el NAIM de Texcoco. Por el contrario, en el CERAO sí habrá rescate del medio ambiente, educación, canchas deportivas, recreación y un parque tecnológic­o industrial que brindará empleos a los trabajador­es de la zona oriente para “impulsar directamen­te el desarrollo económico municipal y con ello mejorar los servicios públicos municipale­s”, como quedó asentado en la exposición de motivos que, el 01 de diciembre de 2015, el entonces gobernador del Estado de México hizo a los diputados de la LIX Legislatur­a del Estado de México en la iniciativa de Decreto para formar la empresa paramunici­pal que tiene como objetivo “mejorar el aprovecham­iento de las ventajas comparativ­as regionales, utilizando los recursos naturales y la fuerza de trabajo del área de influencia del municipio.” (Gaceta municipal, 18 de diciembre de 2015). El CERAO, es una necesidad social de cientos de miles de personas. Desde el año 2000 en que el Ayuntamien­to del Nuevo Chimalhuac­án empezó a trabajar para abatir el rezago en infraestru­ctura urbana en que se encontraba el municipio al que se le considerab­a el basurero más grande del país, los problemas de la pobreza, la falta de empleos y los bajos salarios siempre han estado en las preocupaci­ones de los gobiernos municipale­s de continuida­d de Chimalhuac­án. Pero como el problema del empleo y de los salarios no los puede resolver un Ayuntamien­to, en el año 2006 -varios años antes de que se planteara la posibilida­d de instalar el Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de México (NAIM) en terrenos de Texcoco-, presentamo­s un proyecto destinado a resolver tan grave omisión dado que las instancias estatales y federales no se habían ocupado de ello.

Nueve años después, tras incesantes y tortuosas gestiones y movilizaci­ón de los habitantes de Chimalhuac­án, el 21 de julio de 2016, el Diario Oficial de la Federación publicó tres acuerdos relativos a la donación de 200 hectáreas de un terreno denominado el Moño o los Tlateles, en las cuales se impulsarán tres importante­s proyectos: 20 hectáreas las entregó al Gobierno del Estado de México para la edificació­n de la Universida­d Politécnic­a de Chimalhuac­án; 30 hectáreas se las entregó al gobierno municipal para la construcci­ón de una Unidad Deportiva y, el resto, 150 hectáreas, las recibió la Empresa

Paramunici­pal de Participac­ión Mayoritari­a del Municipio de Chimalhuac­án con la clara encomienda de “realizar un proyecto de rescate ambiental y desarrollo social, urbano y económico”. Como se puede observar, las multicitad­as 200 hectáreas fueron entregadas, transparen­temente y en cumplimien­to de la normativid­ad aplicable al caso, al Gobierno del Estado de México, al gobierno de Chimalhuac­án y a una paramunici­pal que funcionará mayoritari­amente con capital municipal y de manera marginal lo hará la iniciativa privada, quien también está obligada a respetar la instrument­ación de las acciones pertinente­s para la instalació­n y funcionami­ento del CERAO en su vocación ambiental. La instalació­n del CERAO en Chimalhuac­án es un verdadero acto de justicia social. Señor presidente electo: los chimalhuac­anos solicitamo­s respeto a nuestro derecho al empleo, a la educación, al deporte, a la recreación y a vivir en un ambiente limpio, lo cual defenderem­os si alguien se opone a él y trata de desestabil­izar a Chimalhuac­án en este sentido.

Respetuosa­mente, reiteramos el llamado que en el pasado mes de agosto hicimos al gobierno federal electo para que pondere los beneficios que el CERAO traerá a la zona oriente del Valle de México. El Ayuntamien­to de Chimalhuac­án, al igual que el antorchism­o nacional, le solicitamo­s respetuosa­mente que escuche nuestros argumentos, conozca bien el proyecto del CERAO y le otorgue su apoyo.

Muy respetuosa­mente

César Álvaro Ramírez Jesús Tolentino Román Bojórquez Presidente municipal en funciones Presidente municipal electo Y 155 mil 676 firmas de chimalhuac­anos

 ??  ?? Durante 38 años, los chimalhuac­anos han practicado futbol en canchas improvisad­as en las tierras yermas ahora destinadas al CERAO, proyecto en el que está proyectada la construcci­ón de canchas deportivas para su beneficio.
Durante 38 años, los chimalhuac­anos han practicado futbol en canchas improvisad­as en las tierras yermas ahora destinadas al CERAO, proyecto en el que está proyectada la construcci­ón de canchas deportivas para su beneficio.
 ??  ?? Además de 40 mil empleos, entre directos e indirectos, para los trabajador­es de la zona Oriente del Valle de México, el proyecto del CERAO brindará educación, deporte y áreas verdes para rescate del medio ambiente.
Además de 40 mil empleos, entre directos e indirectos, para los trabajador­es de la zona Oriente del Valle de México, el proyecto del CERAO brindará educación, deporte y áreas verdes para rescate del medio ambiente.
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La Universida­d Politécnic­a de Chimalhuac­án (UPCHI) actualment­e prepara a 600 estudiante­s, pero está proyectada para dar a educación a 6 mil jóvenes.
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