El liderazgo de México ante la crisis centroamericana
El 13 de octubre de 2018, una caravana de 7 mil personas, con destino a Estados Unidos, salió de Honduras en un intento por escapar de la violencia. A este número habría que sumar una segunda caravana que consta de 3 mil centroamericanos. Este fenómeno no es nuevo, en 2017, la Organización Internacional de Migraciones, una agencia de la ONU, informó que 450 mil migrantes cruzaron México rumbo a EU.
El proceso de migración masiva busca un futuro mejor, algunos intentan llegar a EU, pero otros buscan asilo en México. El origen de este fenómeno tiene un principio que se remonta tres décadas atrás.
Las guerras civiles en El Salvador y Guatemala en los 80, el cierre masivo de maquiladoras en los 90, la crisis de la industria agroexportadora en 2000 y las afectaciones de desastres naturales han generado niveles críticos de pobreza y violencia en Centroamérica. Actualmente, este proceso de pauperización y violencia se recrudeció con la aparición de pandillas y la guerra contra el narcotráfico.
El deterioro social causó un incremento exponencial en flujos migratorios de centroamericanos en México, con el objetivo de llegar a EU. Un estudio del Banco Mundial menciona que el aumento en la expectativa de ingreso que un migrante de un país pobre a uno rico puede esperar es de entre tres y seis veces el ingreso que tiene en su nación de origen.
La pobreza en Centroamérica se presenta como uno de los flagelos más importantes en su población: recordemos que 60% de los hondureños vive en condiciones de pobreza y 30% de los salvadoreños se encuentran en estas condiciones.
Hay que sumar la inestabilidad política y violencia como motores que incitan a la migración.
La relación económica de México con Centroamérica ha sido importante ; sin embargo, esta ha presentado una caída en los últimos años. En términos de IED el promedio durante 1999-2017 es de 0.19%, aunque en 2017 la cifra se colocó en apenas 0.14% del total.
El promedio de la participación de las exportaciones mexicanas como proporción del total se fijó en el periodo 1993-2017 de 1.4% del total, mientras que las importaciones representaron 0.8%.
En 2015, el comercio con Centroamérica representó 20 mil millones de dólares y, a partir de ese año, tuvo una caída importante para colocarse en 2017 a la mitad.
Esta caída ha sido liderada por la caída en las importaciones mexicanas de productos provenientes de Centroamérica. En este último año, las exportaciones representaron 60% de nuestro comercio con la región, mientras que las importaciones alcanzaron el restante 30%.
La tendencia a la migración masiva de centroamericanos ha crecido de manera importante. Este hecho nos obliga a plantear una política congruente con los tratados internacionales que México tiene con varias organizaciones, cuyo contenido compromete a México a garantizar los derechos humanos para las personas desplazadas.
Apenas en 2017 se registró un aumento de 66% anual en el número de refugiados en México, en su mayoría centroamericanos, con lo cual este número ascendió el año pasado a 14 mil 500 personas.
Recordemos que Centroamérica es un mercado natural para México que representó en 2017 10 mil millones de dólares y un mercado de 150 millones de consumidores con el cual se tiene un Tratado de Libre Comercio único desde 2011.
México conoce el impacto positivo que la migración tiene para la economía y el desarrollo. La caravana plantea al Estado mexicano la oportunidad de demostrar su liderazgo en la región y profundizar en la atención real de la población nacional menos favorecida. La vocación de asistencia y apertura comercial mexicana debe encontrar en estos retos una ventana para afianzarse y demostrar su compromiso para con su gente, con la libre movilidad y con el comercio.