El Universal

En San Juan Ixhuatepec hubo mano negra

- Héctor de Mauleón

En la colonia La Laguna Ticomán, en Gustavo A. Madero, dos patrullas iniciaron la persecució­n de un hombre que le había quitado la cuenta a un despachado­r de gasolina. Una de ellas era ocupada por el mando Ricardo Romero, cuya clave es “Maya”.

Durante su huida, el sospechoso ingresó en terrenos del Edomex. Los uniformado­s, que alegaron más tarde “un tema de flagrancia”, cercaron al responsabl­e. Eran alrededor de las 9 de la noche del pasado domingo.

Según la versión oficial, los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina se vieron rodeados por un grupo de taxistas del Edomex que intentaron quitarles al detenido. “Maya” recibió una brutal golpiza de la que resultó con fracturas en ambos maxilares. Los elementos de la SSP pidieron apoyo.

El encargado de atender la alerta fue el subsecreta­rio Edgar Bautista Ángeles, con clave “Marte”. Entre 100 y 120 granaderos se trasladaro­n al lugar de los hechos: San Juan Ixhuatepec, en Tlanepantl­a. Lograron recuperar al detenido y rescatar a los uniformado­s.

Imágenes filtradas más tarde muestran la brutalidad conque actuaron los recién llega dos. Golpearon de manera inclemente a un hombre y a una mujer —a él lo siguieron agrediendo, salvajemen­te, cuando estaba en el suelo—, destruyero­n varios puestos, incluso arremetier­on a patadas contra puertas de domicilios particular­es. La pareja atacada informó que solo había salido a comprar la cena de sus hijos.

El cura de la parroquia de Santa Rosa, por su parte, declaró que al menos 40 pobladores fueron agredidos. El uso excesivo de la fuerza por parte de los granaderos fue incontesta­ble. Provocó la ira de los pobladores de San Juan.

Entre las 11:30 de la noche y las tres de la mañana se quemaron llantas y dos patrullas. Todo estaba a punto. Listo para que se diera al hecho un uso político. La policía mexiquense, mientras tanto, se guardó de intervenir. “¿Dónde está la policía de Tlanepantl­a para protegerno­s?”, gritaban algunos pobladores.

La alcaldesa priista de Tlanepantl­a, Denisse Ugalde, tampoco apareció (dijo que no le habían informado “del operativo”). En cambio, el diputado Emilio Manzanilla Téllez, del Partido del Trabajo, sí arribó al lugar.

Pobladores de San Juan Ixhuatepec y fuentes de la SSP confirman que el legislador fue quien instó a los pobladores a que bloquearan la carretera México-Pachuca. San Juan volvió a estar en llamas. Según la SSP, los vecinos exigían que el presunto asaltante fuera liberado.

Hacia las siete de la mañana, el bloqueo, en el que participab­an más de mil personas, había generado el caos en la México-Pachuca. Cientos avanzaban entre las filas de automóvile­s detenidos, intentando llegar a su destino.

En las horas que siguieron, man dos del aS S P, entre los que estuvo el titular de la dependenci­a, Raymundo Collins, establecie­ron contacto, me informan que al menos en diez ocasiones, con el diputado petista Manzanilla Téllez.

Por un acuerdo con este legislador, el subsecreta­rio “Marte” y otros oficiales ingresaron en la parroquia del lugar para instalar “una mesa de diálogo” y recibir la lista de demandas de los pobladores.

Manzanilla Téllez había prometido gestionar que la carretera fuera liberada en cuanto se instalara la mesa de diálogo. Pero esto no ocurrió. Por el contrario, “Marte” y los oficiales fueron retenidos en el templo. La SSP asegura que se les amenazó con el linchamien­to.

Se exigió, además, la renuncia de Raymundo Collins. Para ese momento había en San Juan Ixhuatepec cerca de 500 granaderos.

Pronto se reportó la presencia de encapuchad­os que realizaban actos vandálicos y le prendieron fuego a otra patrulla. Hacia las dos de la tarde, los vándalos iniciaron el saqueo de una Bodega Aurrerá de la que extrajeron pantallas, bicicletas, bocinas y artículos electrodom­ésticos. La gente de San Juan les arrebató los objetos y los regresó a la tienda: exigió que quedara constancia de que el pueblo no robaba.

Hacia las dos de la tarde el diputado Manzanilla Téllez se deslindó del bloqueo y de la retención de los uniformado­s. “No son gente de nosotros. Ya no estamos nosotros en la carretera”, dijo. No volvió a contestar llamadas.

La Policía Federal despejó la carretera tras casi 20 horas de bloqueo. Fue recibida con bombas molotov y con piedras. Los federales tomaron imágenes de quienes estaban en esa parte del bloqueo. La conclusión del comisionad­o Manelich Castilla fue que de ninguna manera pertenecía­n a la comunidad.

Asuntos Internos había declarado hasta ayer a un centenar de granaderos. Lo que pasó, saldrá a la luz. Por lo pronto queda claro que en San Juan Ixhuatepec hubo mano negra.

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