La NFL le pega con categoría a la Liga MX
El máximo organismo de futbol americano pelea y vela por los intereses de sus equipos y jugadores. El americano le ganó al soccer, y por paliza. La lección está dada.
En el futbol mexicano, todo mundo habla de las malas condiciones del césped de un recinto ícono mundial, no sólo de nuestro país, si no del mundo, pero nadie hace nada, bueno, casi nada.
Todos agachan la cabeza y aceptan que se jueguen partidos en una cancha que no es digna de un estadio como el Azteca y tampoco de una liga profesional como la de México.
Una muestra de poder, de músculo y de autoridad, la NFL será o no de su agrado, pero exige y defiende lo suyo.
Todo esto va más allá de si habrá o no un espectáculo de una Liga de primer mundo, la Liga más valiosa de todo el planeta, que maneja los contratos y ganancias más altas de de todos los deportes.
El tema, lo indignante de esta situación, fueron las declaraciones de la gran mayoría de los jugadores que participaron o participarían en un partido en las condiciones en las que está la cancha del llamado Coloso de Santa Úrsula: “No vamos a poner excusas”. “La cancha es pareja para los dos”. “Si comenzamos jugando en la calle esto no debe afectar”.
Una liga profesional exige una cancha profesional. Nada tiene que ver si se adaptan o no, si es excusa o no, pero como hay un Código de Ética... Jajajajajajajaja, perdón por la risa, pero dónde está lo ético en permitir jugar partidos de futbol profesional en una cancha como esa…, perdón, decía cómo hay un Código de Ética nadie alza la voz y exige lo que corresponde, por eso no pasa nada.
El futbol mexicano recibió una dura lección, no está ni a los tobillos de la NFL.
El negocio del futbol está en llegar al quinto partido en una Copa del Mundo, todos los clubes, o casi todos, esperan cuatro años para ver números negros con la esperanza de asegurar una semana más de vida en la Copa del Mundo y así alargar las ganancias.
Molesta no tener un espectáculo como lo es un juego de la NFL en nuestro país, por no poder cumplir con un campo de juego adecuado, pero más molesta saber lo jodida que está la liga profesional de nuestro balompié.
Que triste será no ver un espectáculo de primer mundo, pero más triste es saber que nuestra liga no sigue vendiendo espejitos, que no se avanza y que por el contrario, hemos adoptado y hecho nuestras, como público, las mismas declaraciones de jugadores y directivos:
“Ya se les olvidó que comenzaron jugando en el llano”, “no sean divas, jueguen”, “si para eso les pagan”.
El futbolista no exige pero el aficionado menos. La lección fue dura y contundente.
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