Refuerzan vigilancia en Tepito tras ajuste de cuentas
• Temen que se recrudezca violencia por asesinato de líder de banda delictiva
Las corporaciones de seguridad implementaron un operativo especial para reforzar la vigilancia y patrullaje en Tepito, ante el temor del recrudecimiento de la violencia y las ejecuciones derivadas de un ajuste de cuentas, esto luego de que se diera a conocer que el lunes pasado fue asesinado Carlos Antonio Villafán Aguilar, de 30 años de edad, a quien identifican como el líder del Clan Villafán.
Este grupo por más de 10 años se ha dedicado a la venta de drogas al menudeo y creció a la par del Cártel de Tepito, pero de manera independiente. Según los expedientes del Clan Villafán que tiene la procuraduría capitalina, éste nunca tuvo relación ni problemas con la célula criminal que dominó la delincuencia en la ciudad y quien, a decir de autoridades federales, es la principal generadora de violencia.
Sin embargo, ahora que el remanente de Roberto Mollado Esparza, El Betito, y de David “N”, El Pistache, ha visto mermadas sus estructuras financieras, pues ya no opera con total impunidad como antes, busca tener efectivo y solvencia económica para poder pagar a los abogados defensores de los capos, quienes a toda costa buscan regresarlos al sistema penitenciario capitalino.
Los delitos como la extorsión y los secuestros se han salido de control y se han vuelto más violentos. Según los primeros avances en la investigación, el Cártel de Tepito le exigió al líder de Clan Villafán una cuota mensual para dejarlos trabajar y seguir distribuyendo sus drogas, pero Carlos Antonio se negó; en represalia, recibió dos disparos en la cabeza afuera de su vivienda.
Según lo asentado en la carpeta de investigación, los familiares de la víc tima dijeron desconocer los motivos del crimen que se registró en la colonia Morelos, en la alcaldía de Cuauhtémoc, y pidieron respeto a los oficiales. No se quejaron, no dieron datos. Sólo levantaron el cadáver.
Las cámaras de seguridad del sector grabaron cómo después de cometer el crimen, el homicida escapó en un vehículo Beetle blanco, donde aparentemente lo esperaba otro cómplice, cuyo número de placas fue integrado a la carpeta de investigación.
En 2008, con apenas 20 años de edad, Carlos Antonio fue detenido junto con siete integrantes más de su grupo, por delitos contra la salud.