Desventajas
Eco-amigable
Desde su fundación, el despacho mexicano Ojtar, Arquitectura Regenerativa, ha promovido el uso del bambú en la edificación y construcción. “Deseamos posicionarlo como parte de una arquitectura urbana, orientada a la mitigación y adaptación al cambio climático, haciendo uso de sus capacidades estructurales para la construcción, reconocidas a nivel mundial. En Puebla, lo hemos empleado para hacer vivienda, auditorios, edificios públicos y privados, centros de turismo, cabañas de descanso, estructuras ligeras y puentes peatonales”, señalan los directivos.
Entre los beneficios que aporta al medio ambiente se encuentra: capacidad de producir oxígeno, su uso permite la infiltración de agua al subsuelo, ayudaría a mitigar el cambio climático y mejorar las condiciones de vida, además de que, como se explica en el manual de la Semarnat, es un material de rápido crecimiento, el cual puede alcanzar su madurez entre los cinco y seis años.
A partir de ese momento se pueden obtener cosechas en una plantación, a diferencia de muchas especies maderables, en las que se requieren periodos hasta cuatro veces mayores para su aprovechamiento. En el caso de los bambúes, los tallos maduros se cortan anualmente y hay un rebrote constante.
“Nuestro objetivo es impulsar una arquitectura que genere bosques, que promueva la calidad del aire, que incremente la disponibilidad de agua en las ciudades, que haga frente al cambio climático, que esté disponible para cualquiera, que genere empleos y hábitat para flora y fauna; solo así estaremos hablando de una arquitectura sustentable”, sostienen los especialistas del despacho Ojtar.
Por ser un material natural, el bambú requiere preservadores para protegerlo contra el ataque de hongos o insectos. Además, su durabilidad natural es menor que la de la madera. El otro gran inconveniente es su nula resistencia al fuego.
Por otro lado, se necesita un mantenimiento calificado para garantizar la durabilidad, porque podría pudrirse y ser atacado por termitas y otros bichos debido al contacto con la humedad del suelo, por lo que debe someterse a un tratamiento especial después de cortado.
Otra desventaja podría ser que, al ser un material natural y orgánico, no tiene medidas estandarizadas; por ejemplo, el diámetro no es igual en toda su longitud, lo cual puede ser una complicación durante la construcción, porque el espesor de los muros no será constante.
Finalmente, para su utilización, se necesita de mano de obra calificada para evitar riesgos y no tener fallas estructurales en las edificaciones.