Mobiliario
Si bien estos datos son alarmantes, hay mucho que se puede hacer desde casa para crear un entorno cómodo y que, al mismo tiempo, minimice o elimine el riesgo de contaminar el medio ambiente. He aquí, algunas alternativas para lograrlo...
Una de las primeras cosas que se eligen para una casa son los muebles y, a pesar de que existe una oferta impresionante en el mercado, lo cierto es que en el país existen pocas opciones en el mercado masivo que a la larga no representen un riesgo al medio ambiente.
“Empresas como IKEA han hecho un trabajo maravilloso democratizando el diseño, haciéndolo accesible, pero la otra cara de la moneda es que también lo han hecho desechable. Comprar un sofá nuevo cada pocos años puede parecer algo bueno para el consumidor, pero cuando está hecho de materiales tóxicos o no renovables, el impacto en el planeta es profundo”, explica Waldman.
En tanto, el decorador de interiores Cristian Higareda advierte que existen algunas tendencias en decoración que, a pesar de lucir bien, están contribuyendo al deterioro del medio ambiente.
“Está muy de moda pedir mesas que tengan la placa de madera en el corte vertical de un árbol. Este corte hace que se desperdicien hasta tres cuartas partes de un árbol. En 10 años, esa tendencia ha provocado que la parota haya pasado de ser una madera abundante a ser de tala controlada. No es el único factor, pero entre más demanda de este tipo de cortes, hay un mayor impacto ambiental”, dice.
Ambos están de acuerdo en dos puntos: en principio, hay que asegurarse que las maderas y el resto de los materiales provengan de una fuente sustentable y, segundo, que se elijan materiales que permitan su vida útil durante años, para que no generar más basura.
Una de las tendencias en diseño sustentable consiste en el uso de maderas recicladas o upcycling a materiales para el hogar: si bien muchas de estas piezas son únicas y sus componentes se deben elegir con cuidado, se puede, por ejemplo, transformar una puerta en una mesa.
Cocina y electrodomésticos
La cocina es una de las zonas básicas en un hogar, y también una de las que más contamina. Sin embargo, no es solo la producción de alimentos la que puede dañar el medio ambiente, sino también la compra de productos que ocupan espacio y terminarán en la basura.
En cuanto a este tema, los dos expertos coinciden en el mismo punto: uno debe resistirse a los must-haves y pensar en sus compras a largo plazo.
“Existen muchos productos que se ponen de moda cada año y, en realidad, son aprovechados por muy pocas personas. Las máquinas para hacer pan son un gran ejemplo: ¿son necesarias? No, porque el pan es bastante fácil de hacer. La gente necesita preguntarse lo siguiente antes de comprar algo: ¿lo usaré siempre? Si la respuesta es sí, entonces recomiendo invertir en eso”, explica Waldman.
En tanto, Higareda ofrece una visión más general en utensilios básicos que, en muchas ocasiones, se eligen de manera incorrecta para el medio ambiente: “Los sartenes de teflón son un gran ejemplo. Cumplen su función, pero tienen una vida útil muy corta y contaminan mucho. Como alternativa están los sartenes de hierro: sí, requieren de un sellado especial con aceite y un proceso de curado aproximadamente cada seis meses, pero a la larga, son artículos que se pueden heredar. Lo mismo pasa con los recipientes para guardar conida y los cuchillos: comprarlos de plástico solamente hará que se tengan que reponer constantemente”, explica.
Para Waldman, el diseño también es un elemento importante, pues a veces hace la diferencia entre un producto utilizado y un montón de basura en potencia: “Si alguien elige un producto con una estética que le satisface, lo tendrá siempre a la mano y, de esta manera, extenderá su vida útil sin tenerlo guardado en un cajón simplemente porque no es algo de su estilo”, apunta.
En cuanto a los electrodomésticos Higareda señala dos puntos importantes: los productos multiusos y productos con la tecnología Inverter. "Yo recomendaría invertir más en un producto que pueda hacer dos o tres cosas a la vez, como un horno que sea de convección y microondas al mismo tiempo. En cuanto a la tecnología Inverter (basada en un sistema de motor inteligente que varía la velocidad de éste con base en su uso, evitando el desperdicio de energía), es algo que ya está en México y hace la diferencia en cuanto al consumo de luz. Es cierto que ambos productos son más caros, pero la diferencia se nota en poco tiempo", señaló.