Con las manos en... la cara
Immortelle de la magia de sus manos y de los productos de la casa para darle vitalidad al rostro y cuello.
El ritual que se ofrece en las boutiques comienza con un lavado de manos con exfoliación en el que se emplea un un jabón de ducha de almendra que, al contacto con el agua, se hace una espuma lechosa. “Luego aplico un paté de almendra y, por último, una crema hidratante de karité para manos, que hidrata y regenera la piel”, explica Ileana Sánchez Munguía, terapeuta del spa de L'Occitane de Antara.
De ahí, el paciente es trasladado a una de las cabinas del lugar, donde recibe un lavado de pies con burbujas de lavanda con agua caliente, para relajarlos, posteriormente se pasa a la cama.
Luego de un diagnóstico, en el que se analiza el tipo de piel y la salud de la cara, se inicia con el tratamiento facial, en el cual se emplean diferentes productos de las distintas líneas que maneja la firma cosmética francesa. Como los desmaquillantes, agua micelar o tónicos que ayudan a afinar los poros y a hidratar la piel.
“Luego aplico dos mascarillas; una hidratante y una segunda de hierbas, que puntualiza los beneficios de los productos. Al final, se da un masaje de rostro para relajar los músculos”, afirma.
El diagnóstico incluye la descripción de los productos de la marca que mejor se adapten a tu tipo de piel.