Nutrientes que nos levantan el ánimo
el estado de ánimo y ayuda a prevenir la depresión.
“El complejo de vitaminas B nos ayuda a producir moléculas de la felicidad”, dice, señalando que encontraremos la vitamina B6 y el ácido fólico en el mundo vegetal y la vitamina B12 en huevos, pescados y carnes. Es categórica al afirmar: “no fumes. El tabaco genera radicales libres, unos compuestos químicos perjudiciales para la salud y relacionados con el inicio de la depresión”.
La doctora Fernández también recomienda hacer ejercicio a diario. “Por ejercicio entendemos, no solo hacer deporte, sino también caminar a paso ligero, cuidar el jardín, subir escaleras en vez de usar el ascensor y moverse en lugar de quedarse en el sillón”.
“Los alimentos más destacados y recomendables para consumirlos a diario en “la cocina de la felicidad” son el chocolate negro y el plátano”, dice Fernández.
Comer con tranquilidad y en buena compañía
Por su parte, las nutriólogas Carmen Escalada y Andrea Marqués, del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (www.imeoobesidad.com) explican que, para ser más felices y estar más animados, no solo es importante lo que se come, sino además cómo se come. Marqués, nutrióloga dietista con grado en nutrición y dietética ,y posgrado de especialidad en nutrición y gastronomía, recomienda los denominados “platos coloreados”. “Cuanta más variedad de colores haya en nuestro plato, más atractivo será visualmente, estimulando nuestro apetito. Para ello resulta muy práctico combinar las verduras o frutas de temporada con alimentos proteicos”, explica. También es importante para ella “comer en un ambiente tranquilo, masticar despacio disfrutando de cada bocado y de sus características organolépticas, como el sabor, el aroma y las diferentes texturas, entre otras”.
“Al comer de esta manera, identificaremos mejor nuestra señal de saciedad y, seguramente, ingeriremos menos cantidad de comida, por lo que tendremos mejores digestiones a lo largo del día”, destaca.
“Para una ‘alimentación de la felicidad’ también hay que evitar las grandes ingestas o atracones, pues nos harán sentir más pesados y psicológicamente nos generarán un sentimiento de culpa sobrecargando emocionalmente el acto de comer”, señala Marqués.
La nutrióloga dietista también recomienda “hacer al menos una comida al día en compañía, en lugar de alimentarse mirando la televisión, delante de la computadora o de un dispositivo móvil”.
“El compartir este rato nos va a aportar un placer extra por la buena compañía y nos permitirá relacionar la comida con un momento social”, apunta Marqués. Para mejorar nuestro ánimo, Carmen Escalada, diplomada en nutrición y dietética, y posgrado en nutrición clínica y deportiva, destaca la importancia de consumir alimentos ricos en magnesio, “un mineral que interviene directamente en la producción de energía que aumenta nuestra vitalidad”.
En ese sentido, la experta recomienda consumir cacao en polvo puro en el desayuno, frutos secos como nueces o almendras como colación, es decir, entre las comidas principales, y legumbres al menos una vez a la semana.
Escalada señala que también “debemos cuidar el consumo de triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina, que nos ayudará a mejorar nuestro bienestar emocional que contribuye a sentirnos más tranquilos y relajados”. “Algunas fuentes naturales de triptófano son la carne roja, la leche, los huevos, las legumbres y cereales integrales y, por supuesto, el chocolate negro, del que podemos consumir una o dos onzas al día después de comer o cenar”, dice. Los carbohidratos también son importantes para la felicidad, según Escalada, ya que “no debemos olvidar que la glucosa alimenta el cerebro”. “Es importante buscar este nutriente en fuentes saludables. Por ejemplo, podemos consumir pan integral o fruta por la mañana para recargar así nuestra energía y activar nuestro metabolismo para empezar bien el día”, explica.
Carmen Escalada está totalmente de acuerdo con la doctora Fernández en la recomendación de consumir alimentos ricos en ácidos grasos como Omega 3, señalando que están presentes en las anchoas, el salmón y el atún, así como en los frutos secos naturales: almendras, nueces y pistaches.