Hospitales públicos, blancos de la violencia
••• Caracas.— Un 45% de los hospitales públicos de Venezuela reporta hechos de violencia, como hurtos o disparos, mientras 62% de los médicos dice haber sufrido agresiones de familiares de pacientes, mostró ayer un estudio de la organización no gubernamental Médicos por la Salud.
El informe de la ONG venezolana reveló además que un tercio de las camas hospitalarias del país no están operativas, que más de la mitad de los centros tienen fallas en el servicio de electricidad y agua y que un 95.6% tiene sus aparatos de tomografías inoperativos.
La escasez de medicinas y equipos, junto a la falta de agua y energía, y la migración masiva de personal médico por los bajos salarios golpean al sector de la salud del país, sumergido en una prolongada crisis económica.
El Ministerio de Comunicación no respondió una solicitud de comentarios sobre el reporte.
En el país hay al menos 300 hospitales públicos y ambulatorios con unas 44 mil camas, además de unos 2 mil 500 centros privados con unas 7 mil 500 camas, según datos de la Federación Médica Venezolana.
En los hospitales “la situación [tiende] a deteriorarse a través del tiempo, inclusive en meses”, dijo a periodistas Julio Castro, parte del grupo de doctores que crearon Médicos por la Salud en 2014 para defender el derecho a la salud y llenar el vacío oficial de datos. El estudio consultó este mes a médicos en 40 grandes hospitales en los 23 estados del país en temas como la falta de insumos en las salas de emergencia, los servicios y hasta la violencia e inseguridad. Este último punto fue evaluado por primera vez desde que comenzaron los informes en 2014.
Castro agregó que en el estudio no indagaron los detalles de la violencia dentro de los hospitales y contra el personal médico. “Creemos que esa violencia [contra médicos] tiene que ver con que un padre llega con su hijo asmático y le dicen que no hay” algún medicamento, por ejemplo, señaló.
Castro remarcó que los hospitales públicos generalmente están en “zonas populares con entornos problemáticos” de seguridad, donde bandas criminales rivales se enfrentan entre ellas o con la policía.