Mis pequeñas gigantes

QAnalista ESPN

ué fácil es jugar al futbol cuando se tiene posesión de balón, cuando se lucha en cada sector del campo y cuando existe solidaridad dentro del terreno de juego. Esto es lo que refleja la Selección Nacional femenil Sub-17 que disputará la final del Mundial Uruguay 2018 en contra de España.

Esta generación de jugadoras es una combinación de talento descubierto minuciosamente y trabajado para sacar lo mejor de cada una de ellas. Otro acierto de este proceso, es el fruto que se empieza a cosechar de la Liga MX Femenil: 12 de las 21 jugadoras que conforman este plantel tricolor pertenecen a dicho proyecto.

Toda victoria trabajada en equipo necesita de un líder y en este caso, esa responsabilidad está en manos de Mónica Vergara, una chica seria, estudiosa y alejada de los reflectores innecesarios que conoce las entrañas de esta selección, ya que lleva cuatro años trabajando con las fuerzas inferiores.

El camino no fue fácil, llegar a una final tampoco lo es, y ganarla es más complicado aún; sin embargo, estas jóvenes han demostrado equilibrio, como cuando enfrentaron a Japón, madurez al revertir el marcador ante Ghana y fuerza mental para vencerlas en penaltis, siempre proponiendo los partidos, como ante Canadá, y respetando los conceptos tácticos en todos los encuentros.

Con esta forma de jugar nos hacen creer que se le puede ganar el campeonato a la selección de España, que llega como favorita por la gran estructura que tiene el futbol femenil de ese país desde hace mucho tiempo, por la calidad de su futbol y por su fortaleza mental.

México ya ganó con el simple hecho de disputar la final y “Mis pequeñas gigantes” —como las llama, su entrenadora, Mónica Vergara—, dejarán de ser “pequeñas” si logran levantar la Copa del Mundo.

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