Fundación Alumnos despide a trabajadores
Obligan a empleados a firmar cartas de renuncia voluntaria sin liquidación por antigüedad y sin recibir explicación
A colaboradores y trabajadores de la Fundación Alumnos (antes llamada Alumnos 47), incluido el director Tiago Pinto de Carvalho, los hicieron firmar una carta de renuncia voluntaria con el argumento de que la fundación cerraría sus puertas y bajo amenazas para que “guardaran silencio”.
Fundación Alumnos, que es biblioteca pública y espacio cultural para el fomento y educación del arte, recién había inaugurado en junio pasado el Instituto Alumnos, una sede alterna ubicada en Paseo del Pedregal 610, que contaba con una bodega con más de 350 obras de arte contemporáneo y una biblioteca con libros de artista, informó EL UNIVERSAL entonces.
Con sede en la colonia San Miguel Chapultepec, la fundación tenía los programas de curadurías Proyecto Líquido I y II; una biblioteca especializada en arte contemporáneo y una biblioteca móvil.
Según denunciaron en sus cuentas de Twitter, los colaboradores tuvieron que firmar su renuncia voluntaria. “No nos han dicho nada. El mensaje oficial es que ‘tristemente iba a cerrar’ y despidieron a todos, hasta al director”, dijo una colaboradora de Fundación Alumnos a este diario.
El creador de Fundación Alumnos, Moisés Cosío, que es empresario, mecenas y patrono de los museos Universitario de Arte Contemporáneo y Tamayo, no se ha pronunciado al respecto. Él fue galardonado el año pasado con el premio Montblanc de la Culture Arts Patronage, que reconoce a personas comprometidas con iniciativas culturales de forma desinteresada.
“La semana pasada nos avisaron que la fundación cerraría sus puertas, y un equipo de contadores llegó con la abogada para liquidarnos. Nos hicieron firmar unas cartas de renuncia voluntaria y nos liquidaron sin antigüedad, ofreciéndonos nada más tres meses de sueldo. Algunos de los trabajadores llevaban siete años, otros cuatro, y fue de tiempo completo y con horas extras sin ser pagadas, sin seguridad social ni ningún tipo de prestaciones de ley”, aseguró la colaboradora.
Otro problema del supuesto cierre de la fundación es el adeudo con festivales y artistas. “También frenaron todos los proyectos y hemos estado pugnando por que se pague a proveedores y colaboradores externos, cuyos proyectos se quedaron truncos”.