Mucha suerte, señor presidente
Los presidentes, en funciones y electo, cerraron ayer un proceso de transición de terciopelo. Ambos, nos hacen ver, se comportaron a la altura. El saliente, Enrique Peña Nieto, se quedó a escuchar todo el mensaje y aguantó la metralla que el entrante, Andrés Manuel López Obrador, soltó en contra del neoliberalismo, las reformas peñistas y la corrupción, aunque nunca señaló a Peña, a diferencia de las críticas que tuvo de manera directa a los mandatos de los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón. Ya con la banda cruzada en el pecho, el presidente López Obrador abrió su primer discurso como mandatario dando un agradecimiento y un reconocimiento al priísta Peña Nieto, en especial por no haber intervenido de manera indebida en las elecciones de julio pasado. Al final hubo apretón de manos y buenos deseos por parte de Peña Nieto, quien lo llamó “señor presidente”.