LA ÓPERA 5 DE MAYO 10
Corría el año de 1876, la esquina donde hoy se levanta la Torre Latinoamericana era el sitio que ocupaba una pequeña pastelería frecuentada por la clase alta del siglo XIX. Se llamaba La Ópera, porque muchos de sus clientes la visitaban después de asistir a una función del Gran Teatro Nacional, el actual Palacio de Bellas Artes.
Cuando Porfirio Díaz ordenó ampliar la calle, aquella pastelería tuvo que cambiar de sede y se trasladó a la esquina de 5 de Mayo y Filomeno Mata. Pero esa no fue la única transformación: en su nueva ubicación, el local también cambiaría de giro y comenzaría a operar como una cantina exquisitamente decorada al estilo art nouveau.
En Nueva Orleans se talló a mano la barra y contrabarra de bebidas, mientras que de París llegaron las lámparas de latón y el terciopelo que recubre sus asientos de nogal. Sin embargo, el detalle más icónico del establecimiento está en el techo y no es precisamente el follaje biselado en tono dorado que lo decora, sino el pequeño agujero que dejó un balazo de Francisco Villa y cuyo motivo sigue siendo un misterio.
La lista de personalidades que han visitado este recinto es eterna, desde Octavio Paz hasta Fernando Botero, quien celebró aquí su cumpleaños 80. Cuando la visites, además de beber una “cubita”, prueba sus caracoles en salsa de chipotle, toda una insignia, al igual que las tortas de langostinos.
Abre de lunes a sábado, a partir de la una de la tarde. Tel. 5512 8959.