FARMACIA PARÍS REPÚBLICA DE EL SALVADOR 95
El antiguo noviciado para monjes agustinos de la Nueva España se convirtió en la botica del químico farmacéutico Ignacio Merino Martínez, que diariamente elaboraba jarabes y ungüentos para aliviar los males de los habitantes de la CDMX, en 1944.
Así nació la Farmacia París, que poco a poco ha ido abriendo anexos, como el del número 81, en la misma calle República de El Salvador.
Este espacio está dedicado a los remedios y medicamentos herbolarios, a la homeopatía y las fórmulas magistrales para tratamientos dermatológicos que se preparan al momento.
De aquí salen las botellas de su famosa agua facial de rosas y hasta el preparado para baños de asiento que compran las mujeres que recién han tenido un bebé. El edificio del siglo XVI merece ser contemplado, por sus arcos de cantera y sus vitrinas de madera que resguardan los formularios originales del boticario Merino. Por cierto, actualmente, la Farmacia París es atendida por la tercera generación de su fundador.
Aquí también se exhiben antiguas cajas registradoras y el primer número de su boletín anual, en el que se informaba sobre los avances de la medicina. www.farmaciaparis.com