Pastelería
Al final lo que importa no es la literatura ni la crítica de arte ni la cámara oscura
Al final lo que importa no es bien el negocio ni tener dinero además de tener horas de ocio
Al final lo que importa no es ser joven y elegante —él tiene tantas formas de acomodar un estante
Al final lo que importa es no tener miedo: cerrar los ojos frente al precipicio y caer verticalmente en el vicio
¿No es verdad, muchacho? Y mañana hay juego antes de haber cine madame blanche y chismorreo
Que al final lo que importa no es que haya gente hambrienta porque así como así todavía hay mucha gente que se alimenta
Que al final lo que importa es no tener pena de llamar al gerente y decir muy alto frente a mucha gente:
¡Gerente! ¡la leche está aceda!
Que al final lo que importa es acomodarse el cuello al salir de la pastelería y ya afuera –¡afuera!– reír de todo ello
Con sonrisa admirable de quien sabe y gusta tener limpios y muchos dientes blancos de muestra