Ojo con sus ojos
El cuidado de estos órganos en los primeros años de vida es muy importante para el desarrollo de los niños
Diferentes especialistas en oftalmología coinciden en señalar que las enfermedades oculares en la infancia dependen de la edad. “En los recién nacidos, las enfermedades más importantes son la obstrucción de vía lagrimal, la catarata congénita, el glaucoma congénito y el retinoblastoma (cáncer ocular). En los prematuros, está la retinopatía del prematuro. En los preescolares y escolares, los errores refractivos (miopía, hipermetropía y astigmatismo), pero la ambliopía y el estrabismo son los problemas más comunes”, señala Naira Pereyra Muñoz, oftalmóloga pediatra y maestra en Neurociencias por el Instituto Max Planck en Tübingen, Alemania.
Los padecimientos oftalmológicos más frecuentes en los pequeños son:
• Recién nacidos: las enfermedades oculares ocurren en el interior del ojo y no son notorias a simple vista. Se requiere un examen a profundidad para detectarlas.
“Es por ello que, desde 2013, en México es obligatorio realizar un tamiz visual neonatal dentro del primer mes de vida. Este es un estudio que hace el oftalmólogo pediatra. Debido a que el pronóstico del cáncer ocular o de la catarata congénita es bueno si se detecta algo en el primer mes de vida, es recomendable llevar a cabo el tamiz visual para evitar secuelas graves en su vida”, asevera la también jefa de la clínica de oftalmología pediátrica del Hospital Infantil Privado.
• Retinopatía del prematuro (ROP): el 60% de los bebés prematuros desarrolla esta enfermedad, la cual no da síntomas. Si no se trata a tiempo, causa ceguera en el 5% de los casos. “Debe buscarse y tratarse desde la cuarta semana de vida para evitar que se desprenda la retina y el bebé quede ciego. En nuestro país aún es la principal causa de ceguera infantil”, comenta Pereyra Muñoz.
• Estrabismo (desviación de uno o los dos ojos): algunos se corrigen usando gafas durante el desarrollo del pequeño y, en otros casos, quirúrgicamente.
“Cuando son congénitos (el bebé nace con uno o los dos ojos desviados), pueden operarse a partir de los seis meses de edad. En los estrabismos por ametropías, aunque con las gafas los ojos se encuentran alineados, se vuelven a desviar cuando el paciente no las usa. Se puede operar a partir de los cuatro a ocho años”, afirma el doctor Luis Arturo Martínez Platas, oftalmólogo del Instituto Médico de la Visión de la Ciudad de México.
• Miopía, hipermetropía o astigmatismo: en los preescolares, la incidencia de enfermedades oculares es muy alta. “El 8% tiene algún error refractivo que amerita corrección con lentes. Lo ideal es diagnosticarlos desde los tres o cuatro años de edad”, admite la oftalmóloga pediatra.
• Ambliopía u ojo flojo: el 6% de los preescolares tiene esta enfermedad silen- ciosa, en la que un ojo ve bien y el otro, no. “Si esto no se detecta y se corrige antes de los seis años de edad, después será muy difícil que el ojo flojo aprenda a ver”, afirma la especialista.
Diagnóstico oportuno
Para Martínez Platas, más que un aumento en los padecimientos de la vista, estos se están detectando con mayor frecuencia a edades más tempranas. “Hoy en día, en muchas escuelas ya piden a los padres una revisión visual y audiométrica antes de entrar al ciclo escolar, para poder detectar a tiempo qué padecimiento o problema tiene el menor y cómo solucionarlo”.
Por su parte, la doctora Naira, miembro de la Sociedad Mexicana de Oftalmología, dice que “todos los niños deben realizarse el tamiz visual neonatal en el primer mes de vida. La siguiente revisión es entre los tres y cuatro años de edad. Y, una vez que los niños entran a la primaria, se recomienda una cada dos años”.