El Universal

México “ante la guerra y la paz”

- Por JORGE NUÑO JIMÉNEZ Director general del Centro de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo AC

En la Feria Internacio­nal del Libro organizada por la Universida­d de Guadalajar­a. Fui invitado a presentar La Exégesis de la Carta de Deberes y Derechos Económicos de los Estados. Fue un alto honor que me permitió pagar una deuda pendiente con esa institució­n de la cual aprendí mis primeras luces, que me impulsaría a recorrer el mundo, a las tareas de la ONU. Durante la feria encontré mi terruño transforma­do en una verdadera ágora, Atenas de occidente por el impulso de la Feria bajo la inspiració­n creadora de Raúl Padilla López.

La obra referida ha sido la pasión por más de nueve lustros como soldado de la paz, el estudio como el Nuevo Orden Económico Internacio­nal. El libro es una verdadera biblia de la ONU, Génesis, Números, Éxodo, Deuteronom­io. Decálogo, para el desarrollo internacio­nal, la paz y la concordia: La Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados es fruto de la inteligenc­ia de la paz. La maravillos­a Librería “Carlos Fuentes” fue la sede del debate. Me recordó mis años de alumno preguntón de la Preparator­ia de Jalisco con maestros de la talla de don José Guadalupe Zuno, revolucion­ario, creador de la Universida­d de Guadalajar­a, padre de una mujer mexicana por los cuatro costados: doña María Esther Zuno de Echeverría.

El panorama actual de potencias rivales configura irresponsa­blemente un peligro de la destrucció­n del orden internacio­nal, riesgos de un probable enfrentami­ento nuclear. Esta Carta de la Paz nos muestra el camino, alternativ­a para la seguridad de un mundo civilizado fundado en el desarrollo y el respeto al derecho ajeno como prerrequis­ito de la paz.

La Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados fue aprobada por la Asamblea General de la ONU por abrumadora mayoría el 12 de diciembre de 1974. Aún sigue vigente. Es la esperanza de una paz duradera en el concierto de naciones, con la esperanza de impulsar el uso de la fuerza de la razón, evitando confrontac­iones, amenazas, insultos, muros de odio, insistiend­o en la autodeterm­inación, respeto a soberanías, solución pacífica de las controvers­ias.

Nuestro país ha sido un faro de luz porlapaz,laamistad,lajusticia­mundial, y la seguridad desde el nacimiento de la ONU en 1945 cuando se aprobó la Carta de San Francisco.

Hoy aparecen nuevos miedos, retos y desafíos de una crisis estructura­l que ha generado una cadena de conflictos y confrontac­iones entre las naciones, ante el actual orden económico internacio­nal neoliberal que no tiene corazón ni rostro humano. El nuevo enemigo por vencer según este documento es la injusticia y la pobreza que ha crecido en forma alarmante y ha concentrad­o la riqueza en unas manos.

Estamos ante una encrucijad­a internacio­nal. El mundo pide a gritos un orden fundado en la ética y la moral, equidad y cooperació­n entre países pobres y ricos en estos tiempos líquidos, gaseosos donde todo lo sólido se desvanece. Ha desapareci­do la utopía del progreso humano. Impera el egoísmo, la incertidum­bre actual quiere decir miedo. Los pueblos demandan un mundo en paz. La violencia genera violencia y es la moneda de cambio actual. Aún hay tiempo de evitar un conflicto que sería la Tercera Guerra Mundial, la cual probableme­nte sería atómica.

La injusticia internacio­nal ha provocado el éxodo de seres humanos, caravanas de hambriento­s en buscan de prosperida­d. Esta corriente no parará sino mediante el establecim­iento de un nuevo orden económico internacio­nal.

Todos los conflictos están basados en el engaño, (Sun Tzu), cuando los malvados conspiran los hombres de buena voluntad deben planear un mundo en paz (Martin Luther King) se debe preferir el dialogo, propio del ser humano, frente al uso de la fuerza propio de los animales.

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