AMLO busca revivir Plataforma México
• Usará base de datos nacional en lucha al crimen • Apoyará el intercambio de datos con estados
El presidente Andrés Manuel López Obrador busca revivir la Plataforma México en su estrategia de combate al crimen organizado, a fin de utilizar la infraestructura tecnológica del país contra la delincuencia.
El proyecto del Reglamento interior de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana dedica parte de su contenido al Centro Nacional de Información Plataforma México, que cuenta con el sistema de información criminal y las bases de datos más importantes del Estado mexicano desde octubre de 2008.
El documento, del que EL UNI- VERSAL tiene copia, explica que Plataforma México desarrollará e instrumentará los sistemas automatizados que permitan el suministro e intercambio de información en materia de seguridad pública.
Confirma que el Cisen se convertirá en el Centro Nacional de Inteligencia y estará adscrito al secretario de Seguridad, Alfonso Durazo; tendrá un director General, unidades administrativas y personal suficiente para operar.
Además, Durazo contará con dos direcciones Generales de Comunicación con Entidades Federativas, que elaborarán diagnósticos en los tres niveles de gobierno para la construcción de la paz.
“[Se mantendrán] actualizadas las medidas de seguridad para el uso de las bases de datos de Plataforma México, a fin de evitar mal uso de la información” PROYECTO DE REGLAMENTO
La incertidumbre, desconfianza y el temor que, para muchos, han generado las decisiones del presidente de la República y de la mayoría congresional, con la que puede hacer el sistema constitucional que quiera, tienen sus contrapesos precisamente en los Poderes Ejecutivo y Legislativo.
Las salvaguardas de las posibles faltas y/o excesos en el ejercicio del poder están, de origen, en el presidente que, como en ningún otro caso, se pone frenos preventivos. Para eso, apela a diputados y senadores, que son y deben seguir siendo sus aliados incondicionales en ese propósito.
La división de poderes por la que pugnaron tantos teóricos como Montesquieu, Rousseau y Locke, ha tenido como propósito esencial proteger los derechos y las libertades de los ciudadanos y evitar los excesos de quienes conducen los estados. Esa, es la cristalización del espíritu de las leyes y ha quedado patente por doquier.
La premisa sobre la que funciona ese mecanismo de control es que sólo un poder contiene a otro poder. Y como tradicionalmente quien detenta el Ejecutivo se ve tentado a excederse, tiene al Legislativo y al Judicial como factores de equilibrio.
Empero, en México ocurre hoy algo muy diferente en el fraccionamiento de las potestades públicas, pues el presidente no sólo ostenta el Poder Ejecutivo de forma legal y legítima; encarna también el Poder Legislativo por cuanto que la mayoría es de su partido.
Implícita y explícitamente, el presidente y el Congreso son una sola entidad, un solo poder. Pero con la salvedad que no se ha percibido, se ha desestimado e incluso cuestionado, de que van en una misma dirección y de que pugnan por los mismos fines, enfocados a beneficiar a la sociedad e incluyendo a quienes lo pueden posibilitar: el sector empresarial.
A la gente, lo único que le importa es que se resuelvan los graves problemas que la aquejan, especialmente ahora la inseguridad, la corrupción y la impunidad.
En ese sentido, Andrés Manuel López Obrador apuntaría, con su política de empleo e inversión, a convertirse en el Franklin D. Roosevelt del Siglo XXI, quien con su política del new deal o nuevo trato, sacó a Estados Unidos de la Gran Depresión de 1929, o en el José Mujica mexicano, por su austerísimo estilo de gobernar.
En paralelo con el caso del uruguayo, el ejecutivo mexicano va más allá, pues su forma de vida privada y pública, pese a las inmensas facultades que detenta, es sobria y recatada. El poder no lo ha mareado, pues está dispuesto a dejarlo aún antes de su periodo legal si no cumple lo prometido.
Sólo AMLO, quien está absolutamente seguro de sí mismo de sus actos y asume conciencia y responsabilidad plena sobre ellos, es capaz de proponer que se lo despoje del fuero constitucional, como lo hizo esta semana.
Únicamente AMLO, quien ha comprometido todo su vigor y su esfuerzo en favor de las causas comunitarias, está dispuesto a establecer en la ley la revocación del mandato, trazando con ello una de las líneas más sanas del parlamentarismo, que permite relevar en cualquier momento a gobernantes ineficientes, incapaces o corruptos.
Así, es pertinente hacer notar que como nadie nunca, López Obrador, se autoimpone límites ante probables excesos y está en disposición de dejar el poder en la condición de simple ciudadano si se excede o falla. Motu proprio, apunta a ser el máximo blindaje sociopolítico y económico del país.
Contra la máxima del Derecho de que “nadie es buen juez en su propia causa ”, rompe cánonesy paradigmas y opta por ser el más severo juez de sí mismo, lo cual debe abonar a recobrar la tranquilidad, la mesura y la compostura.
SOTTO VOCE…Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la CDMX, empieza bien al comprometerse a devolver la seguridad a los capitalinos y desaparecer a los granadores y las fotomultas. Su mensaje de toma de posesión, fue impecable; no equivocó una sola palabra durante más de dos horas… Sea como sea, la gubernatura de Puebla sigue en el aire…Alejandro Moreno Cárdenas, gobernador de Campeche, llega a la presidencia de la Conago en un momento crucial para la relación que deben guardar todos los mandatarios estatales con el Ejecutivo Federal. Su habilidad como conciliador, negociador y conocedor de la política, hará que, por primera vez desde su constitución, ese organismo juegue un rol para el equilibrio de poderes.