OBJETIVO: LA FINAL
La ofensiva del Cruz Azul tiene hoy su prueba de fuego. Necesita hacerle goles al Monterrey para ir a la final y dejar atrás la negra historia reciente del club.
La Máquina busca remontar, lo que pocas veces ha hecho.
Los jugadores del Cruz Azul se sienten más vivos que nunca, recargados de energía y a la espera de los Rayados.
Con el resultado en contra para la vuelta de la semifinal, Rafael Baca negó que la serie ya esté en manos de Monterrey.
“Sabemos que estamos abajo en el marcador, no estamos muertos”, dijo el volante tras del entrenamiento vespertino en La Noria.
Los Rayados tienen una ventaja de 1-0 sobre La Máquina, que buscará mañana derrotarlos para avanzar a la final y esperar el resultado entre América y Pumas.
“No hay nada perdido, quedan 90 minutos y en ese tiempo puede pasar de todo. No nos vamos a entregar, vamos a dejar el alma. Todos estamos enfocados y no hemos perdido la concentración”, agregó Baca, quien ha jugado los 270 minutos en la Liguilla.
Cruz Azul cumplió ayer 21 años de no ganar el torneo de Liga, situación ignorada en el club, ya que su enfoque está en Monterrey, rival al que nunca ha vencido en la fiesta del balompié mexicano.
“Este equipo no tiene temor a fracasar; queda mucho partido. Vamos a salir a proponer y a matarnos en la cancha”, prometió el mexicano, quien invitó a la afición cementera a asistir al Coloso de Santa Úrsula. Se quedan sin “10”. Walter Montoya está fuera de Cruz Azul antes de que finalice el torneo.
Al argentino se le informó que ya no entra en planes para el Clausura 2019 y decidió no entrenar más bajo las órdenes de Pedro Caixinha.
“Pregúntele al que toma las decisiones allá dentro”, fue lo único que dijo el “10” cementero al salir de las instalaciones en La Noria.
Montoya no fue convocado para la ida de las semifinales ante Monterrey y apenas sumó 97 minutos en el Apertura 2018.
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