Clásicos con futuro
Tudor Glamour Double Date se renueva con cambio de ‘look’ y calibre inhouse
Tudor ha logrado un gran éxito en los últimos años a base de lanzar, rejuvenecer y evolucionar su vasta colección deportiva Black Bay, sin olvidar los también demandados Pelagos y North Flag. Esta buena recepción no ha llevado a sus responsables a olvidar que Tudor es algo más que una firma deportiva y ha emprendido un proyecto de actualización de sus líneas más clásicas del mismo modo que ya hizo con las citadas colecciones.
Hay muchas cosas que unen a Rolex y Tudor aparte de su origen y propiedad. Por ejemplo, llama la atención cómo la conocida asimetría que demuestra Rolex a raíz del extraordinario éxito de sus modelos deportivos y el discreto conocimiento de su más selecta línea Cellini se repite de manera fiel en la reciente evolución de la ‘hermana’ pequeña.
Y, de nuevo, Tudor no parte de cero a la hora de presentar su nueva propuesta, sino que evoluciona una de sus líneas históricas. Porque el Glamour Double Date ha sido una referencia clásica del catálogo de Tudor durante la última década y desde el momento que Rolex apostó por la reactivación de la firma. El cambio que acaba de experimentar el Glamour Double Date expone de un modo claro qué gusta y qué se evita actualmente en un reloj. Digamos que partimos de un reloj elegante, clásico sin caer en el “vintage” y con ciertos detalles que le ayudan a definir su personalidad. Frente al antiguo modelo, el nuevo Glamour Double Date opta por unas líneas más rectas y depuradas. En la carátula desaparece la decoración de la rosa de los Tudor de fondo del segundero para sustituirla por una escala tradicional. Las agujas pierden la forma “feuille” calada de la anterior entrega y opta ahora por la rectitud facetada de la manecilla bastón, más sobria y con la posibilidad de incorporar material luminiscente.
Pero el gran atractivo del nuevo Glamour Double Date va más allá de estos pequeños cambios estéticos. Tudor ha realizado en los últimos años un enorme esfuerzo por mejorar el nivel mecánico de sus productos mediante la incorporación de calibres de manufactura. Ahora esta estrategia llega a la línea Glamour con el inédito calibre MT5461, el cual comparte mis atributos técnicos que sus hermanos deportivos, como son el silicio de su órgano regulador y la certificación COSC de cronometría. Por cierto, que la original forma del calibre se aleja estética de las más comunes maquinarias ETA y Sellita. Queda visible a través de un fondo transparente de zafiro, posibilidad que no estaba en la anterior entrega. La opción entre bicolor (acero y oro amarillo) y acero da forma a una colección donde el cliente puede elegir entre el acabado del brazalete (cuero o metal), color de la carátula (negro, plateado o champagne) y realización de los índices (bastón o diamantes). Opciones para el que mejor se adapte al gusto.