El Universal

Entendimie­nto y diálogo, la vía

-

Una de las virtudes de la democracia es que permite la libre deliberaci­ón pública, en la que participan todos aquellos que ocupan el espacio común. Otra más es que la división de Poderes permite la mutua vigilancia, de modo que nadie extralimit­e sus atribucion­es. Sin embargo, la más importante de dichas virtudes es la fortaleza institucio­nal, pues solo a través de la solidez de sus estructura­s es posible garantizar el futuro de una sociedad, de un país. La tensión entre los Poderes de la Unión en nuestro país continúa y es mayor con el paso de los días a partir del desacuerdo entre el Ejecutivo y Legislativ­o con el Judicial por la Ley Federal de Remuneraci­ones de los Servidores Públicos.

No obstante, se trata de una disputa que si no es adecuadame­nte conducida por quienes representa­n a estos Poderes, es capaz de poner en riesgo la estabilida­d democrátic­a de nuestro país. Precisamen­te estos atributos, la deliberaci­ón pública, la división de Poderes y la solidez de las institucio­nes, deben fortalecer­se en esta coyuntura para dar viabilidad a los proyectos que hoy se plantean para la nación.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoce que existe una confrontac­ión con el Poder Judicial, pero sin pelea ni insultos: “Es fantástico que haya polémica. Eso es la democracia”. Es cierto, la base de la democracia es la capacidad de definir un futuro común a partir de la diversidad y de resolver conflictos por medio de los cauces legales.

Con el paso de las décadas, México ha hecho enormes esfuerzos para construir institucio­nes fuertes a través de las cuales se puedan resolver los desacuerdo­s. Por lo mismo, es necesario el diálogo entre Poderes de la Unión para encontrar soluciones a las divergenci­as que naturalmen­te deben surgir en la democracia.

Del mismo modo, es necesario que el diálogo y la resolución de conflictos se lleve a cabo en un ánimo para encontrar alternativ­as. La asistencia del Ejecutivo al informe de labores del presidente de la Corte, este jueves, debe ser una señal de que prevalecer­á la civilidad.

La violencia verbal hacia el Poder Judicial que han proferido algunos miembros del Legislativ­o no debe permitirse bajo ningún motivo si se aspira a fortalecer la democracia mexicana. Por su parte, el Judicial debe mostrar la ruta a seguir para resolver el diferendo por la vía del diálogo y la legalidad.

Esta disputa entre Poderes debe resolverse por el camino de la democracia. Hay que cuidar algunas de las virtudes más preciadas de nuestra democracia: la deliberaci­ón pública, el respeto entre los Poderes de la Unión y la fortaleza de nuestras institucio­nes. La superviven­cia de la democracia en México pasa por esta ruta. •

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico