Mario Maldonado
Pemex: ¿cuál austeridad republicana?
El pasado 17 de septiembre, el periodista Noé Cruz Serrano, de esta casa editorial, reveló que el titular de la Unidad de Enlace Legislativo de Pemex, Francisco Guzmán Lazo, aseguró al ex director general de la petrolera, Carlos Treviño, y a los directores corporativos de filiales y subsidiarias, que el límite salarial establecido por Andrés Manuel López Obrador, de 108 mil pesos mensuales, no aplicará a funcionarios de la aún empresa productiva del Estado.
Dicha información, depositada en un correo emitido el 10 de septiembre de 2018, resultó de gran utilidad para algunos personajes que dirigirán las subsidiarias de la petrolera bajo el mando de Octavio Romero, como es el caso de Roberto Mejía Rivas, recientemente asignado a Mex Gas International Ltd.
Resulta que en la empresa encargada del comercio exterior de gas de Pemex ofrecieron elevar el sueldo base de Mejía Rivas de 210 mil a 230 mil pesos mensuales, de acuerdo con una comunicación transmitida el pasado 9 de octubre entre personal operativo de las subsidiarias.
Según se observa en la propuesta de compensación, se pretende casi triplicar la prima vacacional del directivo, elevándola de manera anual de 35 mil a 96 mil pesos. Asimismo, su aguinaldo se incrementa 120%, de 105 mil hasta 230 mil pesos.
En el correo electrónico escrito por Mónica Galván Olivares de MGI Supply, dirigido a Alejandro Allier Montaño, de la subsidiaria Tag Pipelines, se detalla que se considera para Mejía Rivas un “30% de bono” y otro anual de auto equivalente a 575 mil pesos.
Por si fuera poco, este funcionario enfrenta diversos señalamientos de los participantes del sector energético por mantener vigente un contrato que Roberto Hernández, como director general de Mex Gas Supply, y Griselda Cervantes, entonces subdirectora en Pemex Transformación Industrial, cerraron en marzo pasado con el mexicano Grupo Nieto para comprar gas LP a un sobreprecio con empresas internacionales como Mont Belvieu.
Aquí hemos detallado la cercana relación del dueño de Gas Nieto, Sergio Nieto del Río, con Pemex, particularmente durante la gestión de Emilio Lozoya, quien solía aterrizar en la torre corporativa de la empresa al trasladarse a su domicilio en Bosques de las Lomas.
En esta trama de corrupción y tráfico de influencias, aseguran en la iniciativa privada que los directivos de Pemex Gas y Transformación Industrial también dejaron la puerta abierta para que, en el caso del transporte del energético, exista un margen importante para quienes fletan el hidrocarburo vía marítima y así elevar sus precios, los cuales, al ascender hasta el nivel de 17 centavos de dólar por galón, están generando un gasto de 50 millones de dólares adicionales para la petrolera. Este sobreprecio ya empieza a repercutir en los costos al consumidor.
Ahora que está encendido el caso de los ministros, magistrados y jueces del Poder Judicial, quienes se resisten a que se les recorte el sueldo, vale la pena decir que en Pemex se siguen pagando sueldos de más de 500 mil pesos al mes a altos directivos.
Por ejemplo, en la subsidiaria PMI Comercio Internacional, a cargo de Ignacio Arroyo Kuribreña, primo del ahora ex candidato por el PRI a la Presidencia, José Antonio Meade, se le pagan 302 mil dólares anuales, lo que se traduce en pesos mexicanos en una cifra cercana a 500 mil pesos al mes.
El presidente López Obrador ha dicho que ninguno de los funcionarios de la nueva administración federal ganará más que 108 mil pesos al mes ni tendrá prestaciones como seguros médicos privados y el uso de vehículos y choferes, entre otras disposiciones.
Veremos si en Pemex, todavía empresa productiva del Estado, estas condiciones emanadas de la nueva ley de remuneraciones se hacen valer.