Fernanda Castillo sonríe a la fama.
Fernanda Castillo toma los efectos secundarios de la fama con una sonrisa y es que, mientras comía con una amiga en un restaurante de la colonia Juárez, no faltó quien la reconociera; si bien ella estaba muy metida en su conversación, no dudó en aceptar cuando una chica se acercó hasta su mesa con el fin de pedirle una fotografía. Sonriente aceptó para después volver a su mesa y disfrutar de la conversación que dejó pendiente.