“Tengo que estar cambiando de teléfono constantemente porque me mandan a pedir dinero o para amenazarme”
• Los Cornudos exigen 2 millones de pesos mensuales y el control de Policía y Tesorería, denuncia el alcalde de Coahuayutla
RAFAEL MARTÍNEZ RAMÍREZ Edil de Coahuayutla
Chilpancingo.— Un grupo armado autodenominado Los Cornudos irrumpió desde la tarde del domingo y la mañana de ayer en la comunidad de Barrio Lozano y la cabecera municipal de Coahuayutla, en la Costa Grande de Guerrero, lo que dejó una niña herida, informó el alcalde de Morena, Rafael Martínez Ramírez.
De acuerdo con el edil —quien desde octubre pasado trabaja fuera de la localidad— este grupo le exige 2 millones de pesos mensuales, además de la dirección de la Policía Municipal, Obras Públicas y Tesorería, y por no acceder, ha sido amenazado de muerte.
El domingo, más de 40 hombres arribaron a la comunidad de Barrio de Lozano, donde robaron autos y saquearon casas y comercios.
Ayer el grupo armado se trasladó a la cabecera municipal, donde pobladores se enfrentaron en pleno centro por casi dos horas, dejando una menor de 11 años herida, quien fue trasladada a un hospital de Zihuatanejo.
Intimidación. Martínez Ramírez aseguró que desde que tomó protesta como alcalde de Coahuayutla, sólo ha podido acudir tres veces al ayuntamiento y tiene que vivir fuera ante las amenazas de Los Cornudos.
“Tengo que estar cambiando de teléfono constantemente porque me mandan a pedir dinero o para amenazarme; me ha marcado directamente el jefe de esa banda, Flavio Delgado”, reveló vía telefónica el edil.
El morenista refirió que la banda opera desde hace 10 años en el municipio, donde sometían a los alcaldes, los extorsionaban y obtenían parte de su financiamiento.
El alcalde acusó que en la elección pasada Los Cornudos postularon a su propio candidato por la alianza que conformó el PRI-PVEM, con Eleazar Mercado Rodríguez, uno de los presuntos jefes de la banda.
Desde julio del año pasado, el anterior alcalde de Coahuayutla, Felipe Heredia Hernández, puso en resguardo del gobierno del estado las armas de la Policía Municipal y liquidó a los 30 agentes que daban el servicio.