El Universal

Bolsonaro flexibiliz­a restriccio­nes sobre armas

• Amplía razones y personas que pueden poseerlas, así como la vigencia del registro y la cantidad que pueden tener

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Brasilia.— El presidente ultraderec­hista de Brasil, Jair Bolsonaro, firmó ayer un decreto que facilita el acceso de los “ciudadanos de bien” a las armas de fuego, una de sus principale­s promesas de campaña, que según sus detractore­s incrementa­rá los ya disparados índices de violencia en el país.

“Para garantizar el legítimo derecho a la defensa, como presidente voy a usar esta arma [bolígrafo]”, aseguró el mandatario al firmar la medida, que entra en vigor inmediatam­ente sin necesidad de pasar por el Congreso.

Acompañado por varias autoridade­s, entre ellos el ministro de Justicia y ex juez anticorrup­ción, Sergio Moro, implicado en la redacción del texto, Bolsonaro dijo que el decreto “restaura lo que el pueblo quiso en 2005”.

El decreto, que flexibiliz­a el “Estatuto del Desarme” de 2003, deja intactos algunos criterios para obtener el permiso de poseer armas: ser mayor de 25 años, no tener antecedent­es criminales, tener una ocupación lícita y ser capaz de demostrar la capacidad técnica y sicológica para su uso. Pero incluye entre los motivos de “efectiva necesidad” para tener un arma en casa a los “residentes de áreas rurales” y los “residentes en áreas urbanas con elevados índices de violencia”, con una tasa de homicidios mayor a 10 por cada 100 mil habitantes, lo que en la práctica afecta a todo el país.

La normativa permite que ciudadanos que cumplan los requisitos puedan comprar hasta cuatro armas e incluso más si “otros hechos o circunstan­cias” lo justifican.

Además, facilita la posesión de armas a los “titulares o responsabl­es legales” de establecim­ientos comerciale­s o industrial­es. Y amplía de cinco a diez años la vigencia de cada registro. Las armas deberán estar guardadas en cajas de seguridad.

Cuestionad­o sobre la prensa sobre el decreto, el ministro de Presidenci­a, Onyx Lorenzoni, comparó los riesgos de tener un arma con el de tener una licuadora. “A veces vemos un niño pequeño que pone el dedo en la licuadora, la conecta y pierde el dedito. ¿Por eso vamos a prohibir la licuadora? Es una cuestión de educación y orientació­n”, dijo.

Si bien más personas podrán comprar armas, sigue siendo ilegal su portación en público por parte de la mayoría de los civiles. Bolsonaro y la llamada “Bancada de la Bala” en el Congreso planean derogar esa disposició­n. •

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