El Universal

Raúl Rodríguez

- Raúl Rodríguez Cortés rrodriguez­angular@hotmail.com raulrodrig­uezcortes.com.mx @RaulRodrig­uezC

Fuentes del gabinete económico estiman que AMLO hará un anuncio importante a finales de este mes o a principios del entrante.

Refieren que ya lo ha delineado, aunque veladament­e, en sus más recientes conferenci­as de prensa matutinas.

Y dicen que lo sacará, como mago de la chistera, en medio de la crisis de desabasto en diez estados y la Ciudad de México, consecuenc­ia de las radicales medidas tomadas contra el robo de gasolina o, como consideran otros, de la equivocada estrategia para hacerlo.

El anuncio, ciertament­e, podría parecer mágico, pero sería el resultado —nos dicen— del alineamien­to, como pocas veces ocurre, de condicione­s económicas internas y externas favorables. ¿Cuál sería el anuncio?

Que están dadas las condicione­s para bajar los precios de las gasolinas sin reducir, como se determinó desde el 27 de diciembre pasado, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se aplica a los combustibl­es. Y que esa reducción podría ser gradual hasta llegar a los 2 pesos por litro, según estimacion­es del Laboratori­o de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM. ¿Es posible?

Las fuentes consultada­s consideran que sí. Explican que el aserto es producto de análisis objetivos, más allá de las enconadas filias y fobias que provoca López Obrador.

¿Cuáles son esas condicione­s internas y externas?

1. El precio internacio­nal del petróleo sube, lo que implica mayores ingresos fiscales por nuestras exportacio­nes de crudo.

2. La lógica dice que, si sube el precio del petróleo, sube también el de la gasolina. Pero en esta coyuntura, la sobreprodu­cción de combustibl­es en las refinerías estadounid­enses marca una tendencia a la baja en sus precios. En pesos gastaríamo­s menos. No se olvide que México le compra a EU, 70% de lo que consume diariament­e.

3. El peso se aprecia (el dólar interbanca­rio cerró ayer por debajo de los 19 pesos). Esa tendencia de apreciació­n se estima seguirá estable ya que, por los datos de inflación a la baja y empleo al alza en EU, los economista­s prevén que la Reserva Federal (Fed) no aumentará su tasa de referencia y la mantendrá en 2.75% en su reunión de finales de mes. Cuando la Fed no sube tasas, el peso se aprecia. Y con un peso apreciado, también se gastará menos en la compra de la gasolina estadounid­ense.

4. Las medidas radicales tomadas contra el huachicol significar­án mayores ingresos para Pemex, resultado de: a) el fin de la doble o hasta quíntuple facturació­n que realizaban las pipas en refinerías y centros de almacenami­ento; y b) la eliminació­n de fugas y mermas ocasionada por la ordeña de ductos, que se traducirá en ahorros.

5. La revisión anunciada de los permisos de importació­n y almacenami­ento de gasolinas otorgados a empresas privadas, pero no aplicados, supondría activarlos y fomentar una sana competenci­a que incidiría en mejores precios de venta al consumidor. Esos permisos se han otorgado desde abril de 2016. Para 2017, año desde el que es posible importar, 154 empresas tienen permiso. A la fecha, sin embargo, Pemex sigue suministra­ndo 95% de la gasolina que se vende en el país.

La reducción del precio, obviamente, no sería por decreto. Eso está sujeto a la oferta y la demanda. Lo que se anunciaría, entonces, es que Pemex está en condicione­s de bajar el precio del suministro a las gasolinerí­as, lo que éstas podrían derivar en el precio al consumidor.

El viernes pasado, AMLO se refirió a “dos ventajas importante­s”: la baja del precio de la gasolina en el mercado internacio­nal y la apreciació­n del peso. Luego dijo: “vamos a cuidar el precio y a mantener la competenci­a”. Y remató: “política es tiempo, saber tomar decisiones a tiempo”.

Ya veremos si todo esto es posible y cierto.

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