Un desgaste innecesario
Desde hace tiempo he visto con atención la forma de trabajo del ahora presidente Andrés Manuel López Obrador y hay algo que llama la atención, más allá de lo que es ya de por sí, de interés nacional. Se trata de ese ritmo de trabajo al que acostumbró a la gente desde que era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Trabaja desde muy temprano y ahora vuelve a esta rutina con las ruedas de prensa mañaneras, que me parece, es un desgaste innecesario.
Como muchos otros mexicanos, quiero que este país camine por el camino correcto, que poco a poco exista menos polarización y que el presidente logre la estabilidad que buscamos. La capacidad de trabajo de este hombre es impresionante y de alguna manera hace que la de sus colaboradores y gente que ahora le acompaña en el gobierno también se incremente, lo cual será positivo, siempre y cuando utilicen ese tiempo para mejorar las condiciones de todos los ciudadanos.
Sé que lo hizo como jefe de gobierno y después en campaña siguió con ese ritmo. Quizá pueda preocupar este ritmo tan acelerado y lo digo por experiencia, ya que soy una persona de costumbres similares, que durante mucho tiempo se levantó a las 5 de la mañana para ir a entrenar a los nadadores y, al final, sé que puede ser cansado. Por eso creo que su presencia en estas ruedas de prensa es un desgaste que se podría evitar y tener a algún vocero para cuestiones generales, dejando los temas de gran relevancia para el país, para el presidente López Obrador, quien entendemos que quiere tener una comunicación permanente con el pueblo y por ello sus presentaciones diarias. No está mal, pero puede ser un desgaste innecesario cuando lo que necesitamos más es tener bien claro lo que quiere para el país, qué rumbo están tomando las políticas públicas y, con esta rutina, puede ser que a lo largo de estos seis años que vienen de su mandato, no nos rinda lo que los mexicanos queremos.
Se vienen luchas importantes del presidente López Obrador, como la de acabar con las mafias no solamente en el campo, o el robo de combustible, sino también dentro del gobierno con muchos funcionarios que se hacen millonarios a partir de un puesto público y que no aportan algo a la Nación. Esas batallas también serán de mucho desgaste y tendrá que estar al cien por ciento. Ya basta de esas viejas costumbres en las que algunos pocos se siguen enriqueciendo y la gente trabajadora no la ve llegar. Ojalá no tome a mal estas palabras, ojalá que no sea motivo de disgusto, sino simplemente decir que en este ritmo de trabajo que se ha impuesto desde siempre, tendría que replantear algunas cosas como esa necesidad de informar constantemente a la gente con las conferencias mañaneras, para enfocar esa energía a la lucha constante que tendrá por hacer de este país el México que todos aquellos que votaron por él y el resto de la gente que en verdad espera un cambio, quiere. •