Caravana inicia arribo al Istmo de Tehuantepec
• Nuevo grupo alista salida de Honduras • Detienen a pandillero salvadoreño
San Pedro Tapanatepec. — La mañana de ayer arribaron alrededor de 500 migrantes centroamericanos a la población de San Pedro Tapanatepec, el primer pueblo fronterizo de Oaxaca con Chiapas, en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec.
Los migrantes llegaron a Oaxaca a bordo de cinco autobuses —proporcionados por el gobierno de Chiapas— cargando maletas y a sus hijos; se instalaron en el parque central, el auditorio y calles aledañas al centro de la comunidad.
A diferencia de las pasadas caravanas que llegaron a este lugar en octubre y noviembre de 2017, ahora no fueron recibidos por ninguna organización ni iglesia, mucho menos por autoridades locales ni pobladores, por lo que no recibieron comida ni agua, lo que obligó a los migrantes a adquirir sus propios alimentos en las pocas tiendas abiertas.
Los que estuvieron presentes fueron el reducido personal de Protección Civil Regional y funcionarios de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que sólo observaron a los centroamericanos.
En tanto, una nueva caravana de alrededor de 400 hondureños partió ayer de San Pedro Sula en una larga travesía hacia Estados Unidos, informaron las autoridades.
Piden programa permanente. El líder de la Organización Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mújica Arzate, llamó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a que sea permanente el programa de paso legal y ordenado con la tarjeta por razones humanitarias.
En tanto, continúa en el puente fronterizo el registro de centroamericanos por parte de personal del Instituto Nacional de Migración (INM) en turnos de 12 horas. Hasta ayer se habían registrado 4 mil 511 personas, de las cuales 481 son de El Salvador; 348, de Guatemala; cuatro, de Haití; 3 mil 597, de Honduras; 80, de Nicaragua y un brasileño.
Por otra parte, la Fiscalía General de Chiapas informó que policías ministeriales detuvieron a Amílcar Orlando “N”, un presunto pandillero de origen salvadoreño, quien ingresó a México con la caravana.
El Junior, Mala Cría o Hellboy, como se le conocía, era buscado en su país por los delitos de homicidio, secuestro y extorsión entre otros cargos.