¿AYUDA O PERJUDICA?
Carlos Salcedo, refuerzo bomba de los Tigres, dará solidez a la zaga del club regiomontano, pero fuera de la cancha suele tener demasiados problemas.
“Vuelvo por mi familia; la decisión de regresar fue por lo el presente, y ha bien que me tratado Tigres”
Con bombo y platillo, Tigres anunció la repatriación de un mexicano más de Europa: Carlos Salcedo.
El defensa central, el llamado Titán, es a todas vistas una buena contración. Es joven, de apenas 25 años, y con experiencia ya en dos ligas importantísimas del continente europeo: Italia, con la Fiorentina, y con el Eintracht Frankfurt de la Bundesliga alemana.
Sin duda alguna, en la cancha, el jugador tendrá mucho que aportar y el Tuca, Ricardo Ferretti, más opciones para formar un cuadro con fuerza defensiva.
Pero... ¿qué tanto le conviene a Tigres traer a un muchacho que ha dado claras muestras de inestabilidad emocional?
La carrera como futbolista de Salcedo siempre ha dado de qué hablar, más que nada, fuera del terreno de juego.
A mediados de 2015, cuando llegó al Guadalajara, la afición le recordó algunos tweets en los que apoyaba al América.
Y apenas fue el inicio. En su estadía en Chivas se comenzaron a filtrar rumores sobre su antipatía con el entonces capitán Omar Bravo, lo que no le hizo nada bien a la institución rojiblanca.
La bomba estalló en 2016, cuando se fue a Europa. Salcedo publicó un comunicado en donde expresaba que rompía con su padre, madre y hermana en cuestión familiar y de negocios, acusándolos de fraude, además de que salió a la luz la demanda que había en su contra por paternidad.
En 2017 pasó al Eintracht de Alemania y no todo inició como hubiera querido. Al ser sustituido al medio tiempo en un juego, protagonizó una fuerte discusión con