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La Porsche Macan es todo lo que quieres en una camioneta
Es impresionante cómo de una década para acá el mercado automotor dio un giro radical en relación a las preferencias del consumidor. De un momento a otro, los sedanes y hatchbacks pasaron la estafeta de la popularidad global a los vehículos utilitarios. Argumentativamente, esta clase de vehículos no eran los predilectos por tener una carrocería poco estética y un elevado consumo de combustible. Sin embargo, con la llegada de motores más eficientes y modelos de menor tamaño, los utilitarios, camionetas, SUVs, crossovers (o cómo gustes llamarles) se convirtieron en la opción número uno desde hace un par de años.
Este boom hacia las SUVs ha provocado que los fabricantes de automóviles realicen cambios en sus planes estratégicos con el fin de ofrecer lo que el consumidor busca.
Mientras que algunas compañías están pasando malos momentos al tener una amplia cartera de productos en la que proliferan los sedanes y los hatchbacks, hay algunos otros casos donde esa decisión significó su salvación financiera a largo plazo.
Uno de los ejemplos más sonados es el de Porsche que, después de varias décadas de enfocarse a la producción de coupés y convertibles deportivos, se vio en la necesidad de incursionar en el segmento de las SUVs.
Aunque en un inicio todos tachaban esto como un rotundo fracaso o contradicción a sus principios, las resultados le dieron la razón a la marca alemana. El emblema de Porsche une los faros traseros.
Inmediatamente, Cayenne fue la salvación de la marca al convertirse en su modelo más vendido, superando de manera rotunda al 911.
Al observar que este modelo superó las expectativas, Porsche tuvo la idea de superar lo logrado creando una SUV con un tamaño menor, pues la talla compacta es la de mayor demanda sin importar si son de lujo o no.
Así, en menos de una década, la compañía de Stuttgart volvió a tener una historia de éxito con la llegada de la Macan hace cuatro años.
Bastaron menos de 50 meses para que la Macan se convirtiera en el modelo más vendido de Porsche, superando a su hermana mayor, la Cayenne. Esto, a pesar de que los planes de la empresa eran solo emular las ventas de su primera SUV con 50,000 unidades vendidas al año.
Sin embargo, la Macan llegó para casi duplicar esta cifra y registrar más modelos vendidos que todos los acumulados por los Boxster, Cayman y 911 juntos.
Una vez colocado como el best seller, Porsche decidió no ceder en las cifras de ventas.
De esta manera, la primera generación ha sido sometida a una intensa actualización en diseño, equipamiento y desempeño.
Sin importar que su antecesor luzca como un vehículo que acaba de salir al mercado, no hubo impedimento para que esta SUV fuera puesta al día para hacerla más atractiva aún.
Algo que es de llamar la atención de esta camioneta es que no se trata de una copia pequeña de la Cayenne, sino que tiene una personalidad ya reconocida por el mercado global.
Independientemente del tamaño, uno de los mayores atractivos estéticos de la Macan es la bien lograda transferencia de la identidad del 911 a la carrocería en forma de SUV.
Ya con esta atractiva silueta, el medio ciclo de vida de la primera generación fue renovada con el rehechura de los faros y las calaveras (todas las versiones con tecnología LED), la incorporación del panel iluminado con la palabra Porsche, la cual une los faros ópticos traseros y una nueva imagen en la gama de los rines.
Otra de las novedades en la nueva Macan es la llegada de nuevos colores, tal es el caso del verde metálico (Mamba Green Metallic), plata (Dolomite Silver) y azul (Miami Blue).
Donde también hubo mejoras es en el interior. Aunque era de esperarse que en este modelo se incorporara el uso de una gran pantalla central con la ausencia de botones, es sorprendente ver cómo el equipo de Porsche ha logrado un equilibrio entre la tecnología y el lujo.
Además de ser más grande, este elemento del Porsche Communication Management dispone de mejores gráficos, navegación con información de tráfico en tiempo real, control de voz corregido y conexión Wi-Fi.
De manera opcional, es posible equipar a la Macan con un parabrisas con calefacción, ionizador para mejorar la calidad del aire de la cabina, control de crucero adaptable y el mismo volante deportivo del 911 dotado de la perilla Sport Response (en caso de también elegir el paquete Sport Chrono).
De ahí en fuera, la cabina de la SUV se mantiene intacta, es decir, que los materiales permanecen como algo de primera calidad.
A pesar de ser más pequeño que la Cayenne y no aumentar su capacidad de carga contra la versión anterior, la habitabilidad que existe en los asientos delanteros es bastante abundante, además de que la posición de manejo es la de un utilitario nato.
No obstante de tratarse de una camioneta con un centro de gravedad elevado, la conducción no tiene punto de comparación con el resto de Excelente equilibrio entre la mejor calidad de materiales y lo más avanzado en tecnología.