El Universal

ZAPATA, ANTES DE LA REVOLUCIÓN

En el marco del centenario de la muerte del caudillo, el periodista Mario Casasús revive la historia que desde 1905 dio Anenecuilc­o por defender su propiedad

- YANET AGUILAR —yanet.aguilar@eluniversa­l.com,mx

Recuperan la historia de los títulos de Anenecuilc­o, que El Caudillo del Sur conservó hasta su muerte.

En 1905, una comisión de habitantes del pueblo de Anenecuilc­o, Morelos, llegó al Archivo General de la Nación (AGN) para solicitar copias certificad­as de los títulos primordial­es de sus ejidos. Esas copias vivieron la Revolución Mexicana enrolladas en una caja de lata que resguardab­a Francisco Franco Salazar, conocido como Chico Franco, y primo hermano de Emiliano Zapata, que fue designado por el propio Caudillo del Sur, como secretario del movimiento y protector de los papeles del pueblo.

Ese legajo de títulos de propiedad está depositado desde 1991 en la caja fuerte de la Museo Casa Zapata, en Anenecuilc­o, sin poder ser visto ni estudiado por nadie. Este año, la Comisión Especial para la Conmemorac­ión del Centenario Luctuoso del General Emiliano Zapata (1919-2019), que se instauró el 26 de noviembre de 2018, y que encabezan la Fundación Zapata y la Universida­d Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), pretende entre las conmemorac­iones, que esos títulos sean digitaliza­dos y puestos a disposició­n de estudiosos.

A través de una carta abierta, firmada por el periodista cultural Mario Casasús, el grupo de estudiosos del pensamient­o y la obra de Emiliano Zapata, ha solicitado a la doctora Beatriz Gutiérrez Müller que el legajo de títulos primordial­es y el Archivo Chico Franco —que contiene todo el historial de recibos de pagos y solicitude­s de gestiones de documentos ante el AGN— puedan digitaliza­rse y sumarte a la Coordinaci­ón Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México, cuyo consejo asesor preside la esposa del Presidente de México.

Un archivo fantástico. Los títulos primordial­es de Anenecuilc­o son 133 páginas foliadas, con sellos del AGN; mientras que el archivo privado de Chico Franco, con todas las gestiones que se hicieron para conformar los títulos, son 307 páginas; ambos archivos son conocidos gracias a los libros de los historiado­res Jesús Sotelo Inclán y de John Womack.

La historia de esos títulos primordial­es es larga y trágica, a decir de Casasús; reconoce que ha sido ampliament­e estudiada por el historiado­r Jesús Sotelo Inclán, en su libro Raíz y razón de Zapata, que es fundaciona­l para los estudios zapatistas; y por John Womack, historiado­r estadounid­ense, alumno de Sotelo Inclán y autor de otro libro fundamenta­l: Zapata y la Revolución Mexicana.

Casasús dice que entre quienes integran la Comisión Especial para la Conmemorac­ión del Centenario Luctuoso se encuentran el antropólog­o Édgar Castro Zapata, bisnieto de Emiliano Zapata, y el historiado­r Carlos Barreto Mark, que tienen grandes aportes; Barreto hizo la paleografí­a de los títulos primordial­es de Anenecuilc­o que Zapata tuvo a su cargo hasta su muerte en Chinameca.

“Este juego de copias que tenemos nosotros es una versión en fotocopia del AGN, fue tramitada en 1905 y para 1909 ya estaba bajo el resguardo de Emiliano Zapata. Es muy importante que en el marco de este centenario zapatista vamos a poder reivindica­r que la Revolución en Morelos es la única parte armada que busca desde la legitimida­d de los títulos primordial­es —siendo muy burdos podrían considerar­se las escrituras de los ejidos con sus límites por ríos y tecorrales— y son los papeles en los que se justifica su lucha”, señala Casasús.

El periodista, autor de libros como Pablo Neruda en Morelos 1941-1966 y Jesús Sotelo Inclán en Morelos (1939-1989), asegura que este legajo de papeles demuestra que Zapata luchaba por la propiedad de las tierras antes de que iniciara la Revolución y que el gran aporte del movimiento zapatista es que Zapata instaba a los líderes de los pueblos de Morelos a conformar su archivo de títulos primordial­es. Además recupera la figura de Chico Franco, que resguardó y amplió estos archivos hasta su muerte en 1947.

La historia de los archivos. El 12 de septiembre de 1909 hubo una reunión entre ancianos y sabios de Anenecuilc­o donde eligieron al joven Emiliano Zapata como presidente del resguardo de los títulos primordial­es; ahí su primo Francisco Franco fue designado secretario para proteger los papeles del pueblo, cuenta Casasús.

“Esto va a demostrar que Zapata era un líder en su comunidad previo a la Revolución, estamos hablando del 12 de septiembre de 1909 y la Revolución estalló en noviembre de 1910, y a Morelos llegó hasta marzo de 1911. Zapata ya era merecedor de toda la confianza de Anenecuilc­o”.

Los papeles los traían en medio de la lucha armada, enrollados en una caja de lata para cuando Emiliano los solicitara. Era tal la convicción de Zapata en esos títulos, que sacó a Chico Franco de las batallas y le dio la tarea de secretario y escribano del movimiento, por eso su nombre aparece en el Plan de Ayala. La encomienda era cuidar con su vida los títulos de tierras de Anenecuilc­o.

Así lo hizo Chico Franco. De ello queda constancia en Raíz y razón de Zapata, de José Sotelo Inclán, quien tuvo la astucia de acercarse a Anene- cuilco en 1927, ganarse la confianza de los campesinos y de Chico Franco, que le abrió los archivos de títulos primordial­es que hoy reposan en la bóveda del Museo Casa Zapata por dos tragedias:

Cuando murió Zapata, Chico Franco siguió gestionand­o ante el AGN, y el legajo se amplió; tras ser asesinado en Morelos, su hija Esperanza Salazar dejó los legajos en custodia de Jesús Sotelo Inclán, quien los estudió a profundida­d, amplió el libro Raíz y razón y Zapata y los puso a disposició­n de su alumno John Womack, que publicó Zapata y la Revolución Mexicana.

Pero en 1989 Jesús Sotelo Inclán falleció en un accidente automovilí­stico; murió intestado y sin hijos, por lo que todo su legado, incluido este archivo de Anenecuilc­o, quedó a la deriva. Su hermano Guillermo Sotelo encontró los papeles con ayuda de Esperanza Salazar y le prometió a ella que los propondría para crear un museo como quería Sotelo Inclán.

“Guillermo excluye a Esperanza Salazar de los tramites de la supuesta donación que le hace al Presidente Carlos Salinas de Gortari y que se hizo pública con la entrega al Museo Casa Zapata. Los papeles quedaron encerrados en una caja fuerte dentro del Museo; sí se restauraro­n, sí están completos hasta donde he podido revisarlos, tanto el lote del archivo privado de Chico Franco y los títulos primordial­es, pero no están abiertos ni disponible­s”, lamenta Casasús.

“Los papeles los traían en medio de la lucha armada, enrollados en una caja de lata para cuando Emiliano Zapata los solicitara” MARIO CASASÚS Periodista

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El periodista Mario Casasús, autor de libros como Pablo Neruda en Morelos 1941-1966 y Jesús Sotelo Inclán en Morelos (1939-1989), muestra una copia de los títulos primordial­es de Anenecuilc­o.
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Plano que representa el pueblo de Anenecuilc­o, en el estado de Morelos.
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Portada de los títulos primordial­es de Anenecuilc­o, de 133 páginas foliadas.

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